FAMILIA

El núcleo de toda sociedad es la familia

Los gobiernos invierten grandes cantidades de dinero para recuperar y sanar la institución de la familia que,  en los últimos tiempos ha decaído.

Sin embargo,  no nos hemos dado cuenta que la primera familia que debemos cuidar, sanar y armonizar es a nuestra familia interna

Nuestros tres niveles de consciencia constituyen nuestra familia interna y si esa familia está en armonía, todo en nuestra realidad lo está.

Cuando era una niñita de diez años escuche un discurso de John F. Kennedy en el que decía:

“No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate qué puedes hacer tú,  por tu país”

Lo que escuché me ha acompañado toda mi vida, si te das cuenta,  es la esencia de la responsabilidad.

Parafraseando…

No te preguntes que puede hacer tu familia por ti, pregúntate que puedes hacer tú,  por tu familia.

Y no me refiero a la familia externa con la cual es habitual tener roces y desavenencias. Sus integrantes hacemos uso de memorias colectivas y muchas de esas memorias son negativas.

Es común encontrar,  un grupo familiar en donde sus miembros lejos de tomar el cien por ciento de responsabilidad, siempre están victimizándose unos a otros.

La relación victima- victimario se alterna y fortalece una y otra vez.

Este patrón o memoria es muy profunda,  y  a  veces será necesario poner distancia y apartarse de una familia disfuncional , en pos de encontrar el equilibrio y el espacio necesario para trabajar nuestra propia armonización.

El trabajo con nuestra familia comienza por la reconciliación y el perdón.

Reconciliarse  con uno mismo es proponerse no pasar por el mismo camino dos veces.

 

A veces entendemos, tanto en lo personal como en lo social, a la reconciliación como una suerte de “borrón y cuenta nueva”,  si así lo hacemos, esto,  nos llevará a cometer una y otra vez el mismo error.

 

El perdón comienza con la toma de responsabilidad en donde no hay disculpas.

Un “perdóname”,  es eso.  El asumir la responsabilidad al cien por ciento.

 Si digo “Perdona, pero la verdad es que me sentí presionada….etc. etc.,”,  ya no estoy pidiendo perdón, estoy disculpándome y buscando en donde o a quien cargar la responsabilidad´

En Ho´oponopono, asumir la responsabilidad es básico para poder hacer el proceso de la entrega.

No quiere decir juzgarme, ni criticarme. Es comprender donde cometí  el error y aprender de el, para no repetirlo  una y otra vez.

El perdón y la reconciliación se dan en nuestro interior, no es correr y abrazar a todos en demostración de “cuan benévola soy”, desde el momento que quiero demostrar algo, ya estoy entrando en la manipulación.

Cuando mi actuar es coherente, ya no hay cabida para la demostración externa.

Recuerdo esta frase de mi maestro,  que la he mencionado alguna  otra vez:

“Haz de tu vida una rosa que hable silenciosamente con el lenguaje de la fragancia”

Las rosas no andan por allí diciendo, !ven mírame soy una rosa!

Reconciliarme conmigo misma no quiere decir “amigarme con” sino mas bien sanarme de una memoria que era el filtro a través del cual,  veía .

 Entonces la relación es con mi propia familia, la única que realmente me pertenece y a la que debo todo cuidado y atención. Mi Aumakua o Padre, mi Uhane o Madre y mi Unihipili o Niño interior.

Puede que sea  por el poco cuidado con  la familia  interna, que la familia “externa” adolece de muchas cosas

El proceso comienza cuando asumo que si mi realidad es dolorosa,  es porque estoy repitiendo un patrón o memoria que ya conozco.

 En ese momento la Madre- Uhane o consciente toma la decisión:

 Sigo repitiendo esta memoria o inicio un proceso de entrega.

 Si decido lo segundo, busco en el subconsciente- Unihipili o Niño interior la memoria que esta activando esa situación dolorosa.

 Juntos la Madre con el Niño, elevan la memoria hacia el supra consciente, el Padre- Aumakua.

Esta parte nuestra que es perfecta y divina, que es el eterno observador y que siempre esta en contacto con La Fuente, el Creador, La Divinidad , Lo Absoluto.

  Entrega la memoria y La Divinidad que es el único poder capaz de hacer la transmutación, y la Divinidad,  la regresa transmutada en luz.

¿Qué sucede entonces?, la luz que llega a mí,  me aclara,   ilumina  y esa iluminación, ese entender :me da PAZ.

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno. Mi Familia interna unida te pide que transmutes todas mis memorias equivocadas en luz. Desde este momento acepto que se haga en mi vida Tu voluntad y no la mía.

 

¡Y así se ha hecho!




Lo siento, por favor perdóname




Te Amo


Gracias
 



Ana María

 


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


 

 

 

 

Add a Facebook Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Anti-Spam Quiz: