Juegos y Riesgos

Jugar,  es lo que mejor sabe hacer un niño, juega con cualquier cosa, una cajita de cartón abandonada,  se puede convertir en una nave fabulosa, una ramita,  en una espada invencible etc.

 Jugar es un momento delicioso y pasajero.

 El juego siempre ha sido y será parte de la vida, y siempre que  se mantenga en los limites de “delicioso y pasajero”, no hay problema.

Pero ¿que pasa cuando el juego esta asociado al riesgo?

 “El riesgo es la probabilidad de que una amenaza se convierta en un desastre. La vulnerabilidad o las amenazas, por separado,no representan un peligro. Pero si se juntan, se convierten en un riesgo”.

 Cuando trabajo con mi niño interior, lo hago entre otros aspectos, con esa parte mía, a la  que le gusta jugar  y que puede hacer algunas travesuras.

 En una travesura ya esta presente el riesgo.

Y puede que sea a temprana edad,  que nos apeguemos,  a esa sensación que nos da la adrenalina del riesgo.

 ¿Qué sucede en mi vida de adulto,  cuando combino el juego y el riesgo?: estoy apostando.

 Cuando hay apuesta , también  hay, avaricia y  pereza. Pienso que haciendo un mínimo esfuerzo o una mínima inversión, podré obtener grandes ganancias o dividendos.

En el  mundo de los negocios se sabe que en todo negocio hay riesgo, ese tipo de riesgo es diferente,  al de la apuesta.

Para eso se hace el estudio del mercado para que los riesgos sean calculados.

 Apostar en la vida no es bueno. Jugar si, acá te copio un párrafo que  nos habla del jugar sin apostar:

Hablemos más de procesos que de resultados.

De ir felices hacia la meta, de disfrutar del paisaje: de que el objetivo sea el viaje.

Si bailas por bailar, te divertirás, sólo necesitarás moverte al compás de lo que sientes;

No tendrás que hacerlo ni bien ni mal, sólo hacerlo.

Pero si te presentas a un concurso de baile y quieres obtener el primer premio, bailar se convertirá en un problema.

Se trata de sembrar árboles sin esperar frutos, ¿lo has hecho alguna vez?

Ve feliz hacia la meta: el placer surge mientras vas andando.

Es el gerundio el que te mueve, el presente que va ocurriendo, y no el futuro que te arrastra.

El mundo no está hecho, se está haciendo, y tú con él

 

Walter Riso.

 

No se apuesta solamente con dinero, también hay apuestas emocionales.

Sucede mucho,  que se apuesta en una relación, puede ser que yo sepa que mi pareja tiene problemas, que emocionalmente no es estable, sin embargo,  apuesto porque creo que yo podré cambiarlo. ¡Nuevamente el control!

 

Esa,  es una memoria equivocada, una y otra vez debo recordarme que yo no soy capaz,  de cambiar a nadie más que a mi misma, y eso siempre contando con la ayuda de un poder superior.

 

¿Para qué correr riesgos? ¿Sera sólo para sentir la adrenalina del peligro?.

 

La búsqueda de sensaciones extremas,  es,  ni mas ni menos que la ilusa  búsqueda de llenar el vacío, y es ilusa,  porque el vacío que todo ser humano siente, en algún momento de su vida, sólo se llena con el contacto con su propia divinidad.

 Buscar afuera es inútil, todo lo que yo necesito, ya viene conmigo, lo único que tengo que hacer es bucear en mi interior hasta encontrar el tesoro.

 El apostar  tiene que ver mucho que ver,  con  las expectativas, es control, aunque no lo parezca. Nadie apuesta para perder. Lo que quiero es controlar mi suerte, mi destino, etc.

 Vivir en los extremos es una forma de riesgo, cuantas veces hemos escuchado aquello  de jugar con fuego, y es eso lo que hacemos cuando entramos en el terreno de los extremos.

 Cuando practicamos el Ho´oponopono con sinceridad, ya no hay apuestas, desaparecen los extremos para dar paso a la serenidad.

 Sólo existe la entrega,  en donde el principio es:  “que se haga Tu voluntad, no la mía”

 En el libro “ Cero Limites”  de Joe Vitale el menciona lo  siguiente:

”Comenzamos como victimas, continuamos como hacedores y con suerte terminamos como instrumentos de los Divino”

Pero más adelante dice:  entonces cuando llegamos a entender esto a cabalidad,  terminaremos siendo  a la vez,  El Títere y el Titiritero”.

 

Cuando dice esto, se refiere a que cuando finalmente lleguemos a contactar la Divinidad latente en nosotros y nuestra conexión con lo Divino, habremos entendido el juego, que consiste en entrega, confianza y amor.

Divino Creador, Padre, Madre, hijo, los tres unidos como solo Uno.  Te entrego mis memorias de carencia y mi necesidad de riesgos, para que tu los transmutes en luz.

Recuérdame que mi sensación de vacío solo lo puede ser aliviada con tu presencia en mi vida.

 

¡Y así se ha hecho!

Lo siento, por favor  perdóname

Te amo

Gracias

Ana María

 


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


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