¡Que se haga Tu voluntad, y no la mía!

 

¡Que se haga Tu voluntad, y no la mía!

 

 Tengo grabada esta frase en mi cabeza y en mi corazón, y se ha convertido en mi herramienta de liberación.

 

 El sufrimiento siempre esta relacionado con el apego, es como una formula,  a mayor apego,  mayor sufrimiento.

 

 Pero cuando le entregamos todo a Dios, tus apegos, tanto como  los míos van disminuyendo.

 

 Podríamos creer que los apegos son siempre con las cosas, pero lamentablemente no es así, nos apegamos a todo, a lo que tenemos, a lo que vemos, a lo que sentimos y en primer lugar a lo que pensamos.

 

 Los pensamientos son una adicción, somos adictos a pensar, no descansamos, no hay vacaciones y vivimos a través de nuestros pensamientos, esos pensamientos crean deseos y los deseos cumplidos los agradecemos y los que no se cumplen nos frustran y nos llenan de lamentaciones.

 

 Cuando aprendemos a vivir en un constante estado de entrega, también vivimos en un constate estado de gratitud, Dios no deja de sorprendernos.

 

 Hoy  finalizan mis vacaciones, y en estos días que he pasado con mi esposo y mis hijas, no he parado  de sorprenderme y agradecer por detalles  pequeños pero que me hablan de la omnipresencia de Dios en todo.

 

Comencé el viaje entregando como lo hago siempre, sin expectativas y dejándome guiar.

 

 Bueno te contaré que hemos tenido una danza muy armónica con la lluvia, solo llovía mientas estábamos en un lugar cerrado o cuando terminábamos nuestras actividades, no es mágico, simplemente es  “Divina sincronicidad”.

 

 Ese es solo un detalle, a cada paso a cada momento, la palabra gracias brotaba de mi boca, y no solo por lo bueno, también por las demoras y los cambios de planes, la presencia de Dios lo llena todo y todo se ilumina.

 

 He querido escribir como lo hago siempre, de madrugada y siendo inspirada, pero hasta hoy no pude hacerlo, parece que las vacaciones también eran para la escritura.

 

 Bueno acá estoy nuevamente comunicándome contigo y compartiendo mi trabajo personal.

 

 Todos pasamos por etapas de crecimiento en la vida, pero la mas importante es cuando aprendemos a aceptar,  que las cosas no tienen porqué salir como nosotros deseamos.

 

Ese estado de aceptación nos trae paz, lo cual no quiere decir que nos abandonemos y dejemos de tener planes y proyectos, todo lo contraria; significa que nos sintonicemos con el universo, de manera dinámica, cuando las cosas no salen como queremos, nos movemos y es algo así como el dicho: “Si te regalan limones, entonces haz limonada”, si en vez de rosas, recibo limones, bueno pues,  veo la parte positiva y creo algo nuevo con lo que recibo.

 

 Entender que Ho´oponopono, es entrega, y cuando se entrega algo,  ya no hay expectativas, se deja el control y se avanza con seguridad.

 

 La practica del Ho´oponopono, nos lleva a la paz porque en esta constante entrega, nuestro apegos se alejan, disminuyen y prácticamente desaparecen.

 

 Eso no quiere decir que viviremos como ermitaños, no necesariamente, puede que alguien necesite una vida de renunciación total y seguramente,  si esta en estado de entrega la disfrutara tanto como aquellos que reciban la abundancia divina

 

 “Vienes a mi esperando obtener algo, pero te advierto que, si nos va bien, conmigo no ganarás nada, tan sólo aprenderás a perderlo todo”  Osho

 

 Esa ultima parte “perderlo todo”, nos asusta, sin embargo es esa perdida la que nos libera, es como romper cadenas, el aprendizaje es lento pero se fortalece con la practica.

 

Una vez mas te digo que lo mas difícil de perder es una idea, entonces comencemos nuestra practica de desapego perdiendo algunas ideas, cada uno de nosotros sabe cuales son las ideas que más nos costaría perder:

 

 La idea de tener la razón.

 

 La idea de “si hago esto o aquello que pensaran de mi”

 

 La idea de “así es como debe ser”

 

 Los “debería”, “tendría”, etc.

 

 Bueno,  trabajemos en eso, observemos que ideas son las que nos están aprisionando y:  ! Perdámoslas ¡.

 

 Te prometo que una vez que aprendas a perder, nada volverá a atemorizarte.

 

 Que tengamos paz, mas allá de todo entendimiento.

 

 Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego todas mis ideas esclavizantes para que Tu, las trasmutes en Luz.

 

 Que se haga Tu voluntad y no la mía.

 

 ¡Y así se ha hecho!

 

 Lo siento, por favor  perdóname


 

 Te amo,
 Gracias


 

 Ana María

 

 

 


Aloha  Ke Akua

 



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


 

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