Ho´oponopono, un renacer a la vida

Cuando pienso en el camino recorrido y la forma caprichosa e infantil  con la que siempre quise manipular a la  divinidad no puedo mas que sonreír  amorosamente, decir» te amo, gracias» y seguir adelante

Muchos de nosotros entramos en el camino espiritual buscando soluciones, alivio, riqueza, poder…

Pocas veces un aspirante espiritual tiene claro que lo que finalmente busca es PAZ

Y, ¿qué nos da esa paz?. Nada mas, ni nada menos que la aceptación.

Aceptar es entender que somos instrumentos de un poder superior. Que formamos parte de un plan perfecto en donde todo tiene un para qué.

Yo entiendo que llegar a esta conclusión nos toma muchos cabezazos contra la pared, pero hasta que no entendamos que cada “yo quiero” no es mas que un “yo quello” el pedido infantil y egoísta del niño que requiere de la atención constante de la madre, sin importar nada mas

Oramos ¡pidiendo, exigiendo! que las cosas se nos den como nosotros queremos.

Incautamente, porque con nuestra pequeña mente nunca podremos ver la totalidad del plan Divino, que es un plan basado, sostenido y alimentado por el AMOR

Aceptar, es básicamente entender que nuestro trabajo, es hacer todo  con nuestro mejor esfuerzo y llenos de amor y el resultado siempre será de Dios y siempre será para bien nuestro

Sin embargo, continuamos en el empeño de que las cosas se hagan de la manera que nosotros esperamos o deseamos,  y es natural, si continuamos en el estado infantil… pero ya no somos niños, es momento de crecer,  rectificar y entregar.

¿Quien mejor que Aquel que todo lo sabe y todo lo puede para encargarse de nuestra vida?

Cada vez que nos llenemos de expectativas y deseos, !practiquemos la disciplina de la entrega! una  y otra vez…

“Te amo, Gracias, Te amo, gracias, y Así se ha hecho”

Volvamos a la Fuente, volvamos a VIVIR!!

Con amor y Luz

Ana María