Duelos y Pérdidas

En el diccionario:

 Pérdida: daño o perjuicio que se experimenta, privación de lo que se

poseía.

Duelo: proceso de adaptación emocional que sigue a cualquier

pérdida.

 En este camino espiritual -que compartimos tú y yo- recibo muchas veces

comentarios de personas que desean practicar el Ho ́oponopono como un

ritual mágico para conseguir lo que quieren y si no lo consiguen se quejan

amargamente y expresan sus dudas sobre esta práctica que no es otra cosa

que una herramienta de aceptación y entrega.

 Resistirse al dolor es inútil, siempre estará presente, pero vivir un dolor en paz

es algo totalmente diferente.

 Cuando practicamos el Ho ́oponopono es para tener paz, independientemente

a las vicisitudes de la vida, aunque me atrevo a asegurar que cuando

mantenemos una práctica coherente, la vida se vive de una manera mucho

más fácil.

 Cuando escuchamos hablar sobre duelo o pérdida, inmediatamente pensamos

en la muerte de alguien, sin darnos cuenta que la vida se desarrolla entre el

dolor y el placer, no hay término medio, un dolor en medio de dos placeres y un

placer en medio de dos dolores.

 Cada día tenemos pérdidas, en el transcurso de las 24 horas, hay momentos

de dolor y placer.

 Perdemos en lo material, lo intelectual y lo emocional.

No pensemos en los extremos.

 Grandes dolores ¡no! los pequeños fracasos cotidianos: “llegamos tarde al

banco”, “se había acabado el pan”, “mi hijo no va bien en la escuela”, “perdí un

negocio”, “me duele la cabeza”, “no puedo hacerlo”, etc…

 No me digas que esos no son dolores… duelen las pérdidas

 Un buen baño, el aire soplando suavemente en tu rostro, ver la sonrisa de tu

hijo, un cachorrito andando por la calle, “terminé un trabajo pendiente”, etc…

 Pequeños placeres  

Ahora barájalos y dáte cuenta que eso es la vida, un mazo de naipes

barajándose a cada instante entre el dolor y el placer, la necesidad y el deseo,

entre la frustración y el éxito: la dualidad.

 Y es en esa dualidad que nos toca vivir, con chispazos maravillosos de

UNIDAD, que van más allá del dolor o el placer y se ubican en la serenidad.

 Perdemos muchas veces cada día y tenemos pequeños duelos, pero no se

nos ha entrenado para aceptar la pérdida, hacer un pequeño duelo y salir.

 Hace poco escuchaba a mi nieta decepcionada porque ¡había quedado en

quinto lugar en una competencia deportiva de cientos de niñas! ¿dónde está

la pérdida?, ¿está en no cumplir con tus expectativas o las expectativas de los

demás?

 Así es como nos hemos formado, y no estoy haciendo una crítica, estoy

asumiendo un hecho, pero un hecho que puede modificarse.

 Mientras nos mantenemos en la competencia y la comparación, vamos

ganando o perdiendo y nos debatimos entre el dolor y el placer, ambos

efímeros, momentáneos, pero es igual , ya que la vida se compone de

pequeños fragmentos, entonces: ¡aprendamos a crecer y aumentar los

fragmentos de paz!.

 ¿Qué hago entonces con mis pérdidas y mis duelos?

 La respuesta es aceptación o darme cuenta que lo que sucedió es inevitable, lo

que más nos lastima es el resistirse.

 Cuando finalmente aprenda a aceptar que las cosas no tienen porque salir

siempre como yo deseo y que en el transcurso del día tendré pérdidas y haré

pequeños duelos, también, aprenderé a soltarlos.

 Entonces habré encontrado el camino a la serenidad: La paz.

 El dolor es una emoción básica primitiva, y hay que entrenarnos para sentirlo,

experimentarlo en su estado natural y soltarlo rápidamente, sin transformarlo

en toda una gama no saludable de estados de ánimo, mal humor, irritabilidad,

etc.

 Quedarnos atrapados en la pérdida es un desperdicio, lo que se perdió

se perdió, hay que seguir adelante, como te comentaba en un artículo

anterior “recalculamos” y redirigimos el camino, de qué sirve quedarnos en la

lamentación y la victimización.

 Los errores se corrigen, las pérdidas merecen un pequeño duelo y se sueltan.

 ¿Podemos llamarlo perdón? Si, aunque yo prefiero llamarlo aceptación y

entrega.

 Es muy saludable, aceptar que las cosas generalmente no salen como

queremos, pueden salir mejor, peor o diferente, pero sin aceptación de esta

realidad lo que obtenemos es una rabieta constante, si bien es cierto el niño

pequeño cuando hace una rabieta, grita, llora y patalea, el adulto inmaduro y

que no ha aprendido a aceptar , también hace una rabieta, pero esa rabieta

es silenciosa y sólo podemos ver sus manifestaciones veladas: depresión,

gastritis, acné, dolores, enfermedades degenerativas, etc.

 El universo está en constante movimiento, nada es estático, todo se mueve,

todo vibra, pero cuando nuestras ideas están fijas es como querer enhebrar

una aguja mientras cabalgamos sobre un caballo.

 Nuestras ideas fijas nos separan, nos ponen rígidos y nos cierran a las posibilidades

infinitas.

 Es por eso que en Ho ́oponopono no se pide, se entrega, ya que al pedir

queremos orientar y controlar las cosas, nos cerramos en un círculo limitado,

cuando entregamos a la Divinidad, quedamos abiertos a la infinidad de

posibilidades que Ella nos puede ofrecer, y que ni siquiera están dentro de

nuestro marco de referencia, así que, ¡siempre seremos sorprendidos!.

 Últimamente he experimentado pequeñas manifestaciones de ese estar

constantemente sorprendido. Son pequeñas cosas, cotidianas , pero que

me reafirman en mi creencia, en mi fe , que para Dios no existen pequeñas ni

grandes cosas, todo está dentro de lo posible.

 Hoy quiero terminar compartiendo contigo mi empeño en aceptar que las

cosas no tienen porque ser como yo quiero y vivir con la frase “que se haga

Tú voluntad y no la mía” como estandarte de mi vida, si tú así lo deseas

acompáñame en este empeño.

 Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego mis memorias de apego y resistencia para que Tú, las transmutes en Luz.

 Enséñame a aceptar, entregar y vivir en paz

 ¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo,

 Gracias

 Ana Maria


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”