¡YA ENTENDÍ!

La famosa interjección ¡EUREKA!, es atribuida al matemático

griego Arquímedes.

 

La historia cuenta que Arquímedes mientras tomaba un baño

de tina, pronunció esta palabra tras descubrir que el volumen

de agua que asciende es igual al volumen del cuerpo

sumergido… La exclamación «eureka» es utilizada hoy en día

como celebración de un descubrimiento, hallazgo o

consecución que se busca con afán.

 

 

En la práctica del Ho´oponopono, frecuentemente tendremos

chispazos de real entendimiento, y la alegría que esto conlleva

también es real, quizá no digamos la palabra ¡Eureka!, pero

experimentaremos la misma emoción que llevó a Arquímedes a

pronunciarla.

 

¿Cómo es posible reconocer que ya hemos entendido?, muy

simple:

 

Entender, es suspender las conductas equivocadas.

 

Si creo haber entendido y aún conservo mis antiguas conductas es

que en realidad no lo he hecho.

 

Puede ser que tenga la información clara, pero hasta que la

información no se transforme en experimentación, queda sólo a

nivel intelectual.

 

En uno de los últimos talleres surgió un comentario sobre las

personas negativas, y eso nos llevó a un análisis un poco más

profundo.

 

A veces creemos haber entendido la esencia del Ho´oponopono y

algún detalle que se nos escapa, nos puede confundir, y éste es

uno de ellos.

En primer lugar, todo lo que está en nuestra realidad no es otra

cosa que la reacción, reflejo y resonancia de nuestras propias

memorias, ya que si no lo tuvieramos como una memoria sería

imposible reconocerlo, por lo tanto volvemos al punto: Nunca es

fuera, siempre sucede primero dentro de nosotros.

 

Habiendo entendido esto iremos más alla: no existen personas

negativas, sólo existen personas con conductas negativas.

 

Todos somos seres humanos perfectamente imperfectos, con

errores y virtudes y son nuestras virtudes las que nos dan la base

para corregir nuestros errores.

 

La misma luz de energía divina está presente en cada uno de

nosotros, lo diferente es la forma de expresarla.

 

Esa forma de expresión está condicionada a la cantidad de

memorias negativas que tenemos activas, cada memoria negativa

es como un pañuelo oscuro puesto sobre una bombilla de luz,

mientras más pañuelos oscuros pongamos sobre ella, la luz será

cada vez menos visible.

 

Las memorias de miedo, egoismo, rabia, envidia, celos, culpa,

carencia, etc. oscurecen nuestra luz.

Todo lo contrario sucede con las memorias de amor, bondad,

entrega, alegría, compasión, etc.

 

A mayor cantidad de estas memorias activas, mayor estado de paz

y mayor capacidad de crear lo positivo.

 

Todos estamos en el proceso del aprendizaje, la práctica del

Ho´oponopono, requiere una guía inicial, pero luego si nos

mantenemos practicando, la información y el aprendizaje llegan

fluidamente.

 

Es importante recordar siempre que:

 

Entender, es suspender las conductas equivocadas.

 

Cada memoria negativa entregada, requiere un comportamiento

coherente, si entrego mis memorias de celos y envidia, por lo

menos tendré la coherencia de aceptar que son mis memorias y no

responsabilizaré a nadie más por esa vivencia.

 

En los talleres siempre trato de dejar muy claro que entregar una

memoria es  en primer lugar, aceptarla como propia, no podemos entregar algo que no nos pertenece. 

Hecho esto, podremos repetir  las simples palabras “te amo, gracias”  y ellas pondrán en marcha la transmutación.

 

Es un nueva forma de vivir, es ante todo una decisión personal.

 

Cuando estuve en Hawaii, una nativa me contó que allá, en la

escuela secundaria se enseña el Ho´oponopono como un curso

regular, pero una vez aprendido, son tan sólo algunos quienes

deciden ponerlo en práctica como una forma de vida.

 

Para nosotros que estamos en este camino, es porque hemos

decidido hacer el cambio y aprender a vivir en paz.

 

 Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo

Uno. Te entrego todas mis memorias negativas para que Tú, las

transmutes en luz.

Enséñame a reconocer cada vez que realmente haya entendido

y como consecuencia, suspendido mis conductas

equivocadas.

 ¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria

 


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


 

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