Fragilidad

Hacen algunos años, Cecilia,  una muy querida amiga tuvo un accidente. Ella terminaba de cruzar una avenida y de pronto, un motociclista que dio la vuelta demasiado pegado a la vereda le golpeo la pierna,  en el momento que ella,  daba el  ultimo paso de la pista a la vereda y le rompió la pierna en varias partes.

 Cuando fui a visitara a la clínica, ella me dijo que mientras se encontraba caída y rodeada de gente, sólo podía pensar en la fragilidad humana.

Unos instantes antes,  había estado rebosante de salud, contenta, haciendo compras ¡y de pronto! ya no podía levantarse .

 Ese relato,  me impresionó mucho y desde entonces tengo presente la fragilidad de la vida humana.

Nos mantenemos respirando, viviendo, pensando gracias al soplo Divino, nada más, Somos como cristales, frágiles y totalmente vulnerables.

 Basta una pequeña falla y  la vida se detiene.

No somos dueños de nada, todo lo que tenemos es una Gracia Divina, y eso es motivo suficiente, para que la gratitud este siempre presente en mi.

De los seres vivos, somos los humanos quienes necesitamos, de más cuidados y más ayuda en los primeros años de vida, pero también tenemos el privilegio de poder realizar nuestra divinidad.

¿Qué significa esto?

Quiere decir que hemos sido dotados de un intelecto, de una mente que puede ser tanto: nuestra carcelera,  como nuestra liberadora.

Nuestras memorias se manifiestan en todo momento, activas, haciendo su labor constante, por ellas, respiramos, tenemos equilibrio,  y todas nuestras células están activas.

Pero ellas también nos proveen el eterno dialogo interno con el que podemos atormentarnos o liberarnos.

Sólo podemos pensar en aquello que está almacenado en nuestra memoria, muchos de nuestros pensamientos,  son como caballos desbocados que nos llevan a desbarrancarnos en la angustia.

 Si esos pensamientos son dirigidos hacia lo bueno, lo constructivo y lo placentero, tendremos paz.

Mejor aún,  si dirigimos nuestros pensamientos hacia Dios y lo Divino, porque entonces seremos iluminados.

Esto requiere una técnica puesta en practica, y nada mejor que el Ho´oponopono.

Si entregamos todo pensamiento negativo a la Divinidad, la luz llega de vuelta.

Cuando hay entrega,  ya no hay temor, solo aceptación y paz.

Me gustaría compartir contigo lo siguiente:

Dios, Lo Divino, Absoluto, El poder superior, o como sea, el Dios de tu entendimiento, está siempre dando, Él es, el dador eterno, Él es, amor y verdad.

El impulso creador es el Amor, que vendría a ser el continente o recipiente y todo lo que contiene es La Verdad, que es aquello que no tiene variación: lo permanente.

Los Budistas hablan de la impermanencia de la vida, es decir , que todo aquello que nosotros,  equivocadamente aceptamos como real, es impermanente,  porque está sujeto a cambio, la vida del cuerpo es totalmente impermanente, en cambio nuestro espíritu es eterno, verdadero.

Nuestro Aumakua, el supraconsciente es eterno, permanecerá aún,  cuando el Cuerpo- Vehículo desaparezca. Eso es lo Real, Lo verdadero.

Mi fortaleza, no está es este cuerpo frágil, sujeto al deterioro y la enfermedad, mi fortaleza está en la esencia de lo que yo soy, y esa esencia está siempre conectada a la Fuente.

Sin embargo, me confundo y creo que soy, sólo  lo que mis memorias, me permitan ver, y ellas son las  que  armaron, configuraron y esculpieron, la realidad que re-conozco, 

Entonces sucede algo increíble:

Dios el dador eterno pone siempre a mi disposición toda Su creación y yo solo tomo lo que mis memorias me permiten reconocer.

Seré más clara; Imagina que  llevas a un niño a un centro comercial  gingantezco y le dices que elija lo que quiera: ¿Eligirá las joyas más caras y preciosas, o se ira por algún juguete?, elegirá lo que su memoria le diga que es lo mejor,

 ¡los diamantes  y las joyas no le interesarán¡

Así hacemos nosotros, dejamos de lado las joyas y solo tomamos de la vida lo que nuestras memorias nos permiten, sin darnos cuenta,  que  tenemos TODO a nuestro alcance.

La abundancia, el amor, la libertad y la paz están a nuestro alcance. Solo nuestras memorias acortan el brazo que puede alcanzarlas.

Limpiemos, borremos memorias que el “Te amo, Gracias” sea constante en nuestras vidas, ya que:  a menos memorias, más luz para ver, Lo Verdadero.

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego todo aquello que me aparte de la verdad, para que Tú lo transmutes en Luz.

Fortalece mi fe y mi confianza y guíame para alcanzar lo que Tú, tienes reservado  para mí.

¡Y así se ha hecho!


Lo siento, por favor  perdóname


Te amo,
Gracias


Ana María

 


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”