LA IRA

Este tema normalmente es algo confuso, la ira es una reacción a un estimulo de peligro o de amenaza,  todo nuestro cuerpo se pone en alerta, segrega adrenalina y estamos listos para enfrentar el peligro.

Esto es un mecanismo natural y necesario siempre y cuando el peligro sea  real y eminente.

La ira está siempre ligada al miedo.

La confusión está  en que,   la mayoría de las veces la ira es utilizada en situaciones no reales de peligro.

En el libro “Un curso en milagros”, mencionan que la ira que utilizo normalmente, es la provocada por el sentimiento de culpa, al sentirme culpable, creo que voy a ser castigada, entonces veo el peligro de posibles ejecutores del castigo por todas partes y estoy en alerta y segregando adrenalina, lista para defenderme  y como Don Quijote, peleando con molinos imaginarios.

El filtro “mágico” es cuando tomo el cien por ciento de responsabilidad, porque lo que sea que este viviendo, lo estoy interpretando,  a través del marco de referencia de mis memorias.

Tomar el cien por ciento de responsabilidad hace la diferencia, al hacerlo dejo de juzgar, y dado que la responsabilidad es la capacidad de generar cambios,  eso es lo que hago: cambio mi emoción.

 Las emociones son algo totalmente sujeto a mi voluntad, yo elijo sentirlas, ahora tu me dirás. ¿ cómo no sentir ira si soy agredida?.

Lo primero seria,  dilucidar si realmente he sido agredida,  o si yo he interpretado  una acción como una agresión, recuerda que  lo que sea que estoy viviendo lo estoy activando desde mis memorias.

Alguna vez,  hemos hablado de la forma de expresar nuestra desaprobación con la frase “tu conducta me afecta”, en vez de la conocida “me has hecho molestar, gritar, enojarme …etc.”

Si algo me molesta, no tengo porque mostrar mi enfado de manera agresiva y violenta, quizá piense que al hacerlo ganaré seguridad, credibilidad y autoridad.

Pero no es así, todos esos valores no se ganan, se obtienen con trabajo y auto- indagación. Y lo mas probable,  si es que he trabajado conmigo misma,  es que no reaccione a falsos estímulos de peligro.

La forma como reaccionamos a un estimulo negativo esta ligada a nuestra condición interna.

«Somos más sinceros cuando estamos iracundos que cuando estamos tranquilos».  Cicerón

 Para informar a otra persona que su conducta me afecta, lo mejor es utilizar un lenguaje sereno, sin levantar la voz, yo puedo hablar con mucha firmeza y no dejar de ser educada, no necesito,  levantar la voz, ni ofender;  es más, seguramente, en mi vocabulario ya no hay palabras hirientes, porque si he encontrado la armonía conmigo misma, ya no habrá agresividad en ningún aspecto de mi vida.

 

En el día a día,  existen muchas situaciones que son  estresores  naturales, sólo depende de mi , el debatir con ellos.

 Si me lleno de actividades más allá de mis posibilidades seguramente terminaré estresada.

 Muchas veces cuando entro a debatir internamente,  me doy cuenta que lo que quiero hacer en el momento, no tiene carácter de urgencia, lo puedo derivar a otro momento en que tenga mas disponibilidad de tiempo.

 La presión siempre la pongo yo.

 Si se trata de entregar un trabajo, lo comienzo cuanto antes,  siempre me doy un margen extra, trato de no dejar las cosas  para ultimo momento.

 Programo por escrito mis actividades, no hay nada que favorezca más el aprendizaje que escribir; poner nuestra ideas,  planes y pensamientos,  por escrito, hace que se ordenen y que podamos verlas a distancia.

 En otro articulo tratare también sobre  la importancia de escribir los sueños.

 Pero sigamos con la Ira;

¿cuántas veces hemos escuchado la frase “controlar la ira”?, ¿se puede hacer eso?

 No, la ira no se controla, solo cambia de dirección , hacia dentro o hacia fuera.

 Si soy una persona iracunda, tengo dos opciones, explotar o implosionar.

 Si, es cierto,  si no la dirijo fuera de mi, la traigo dentro de mi y me daño internamente.

 También  puedo «controlar» mi ira y aparentar ser una persona dulce y callada… con ulcera, artritis, dolor de cabeza constante, etc.

 Eso no quiere decir que quienes explotan su ira hacia fuera sean mas saludables, no. Lo que sale hacia fuera es solamente la punta del iceberg, el resto esta también esta dañando por dentro.

 ¿Qué hacer?

 No llegar a  la ira, a no ser que exista una situación de peligro real.

 Para no llegar a la ira, he aprendido a tomar el cien por ciento de responsabilidad, y al hacerlo me perdono y entrego.

 Yo se que este proceso toma su tiempo, pero como dice Lao Tse:

“El viaje de mil leguas, comienza por un paso”

 La ira es parte de mi, vino conmigo como una programación genética para defenderme del peligro. No la rechazo, la acojo y le agradezco.

Al hacerlo pongo en practica el principio

“A lo que me resisto, persiste. Lo que acepto se transmuta”

Recordaré siempre que la ira, el miedo y la culpa son inseparables y que superando alguno de ellos, supero a los tres.

 Que la ira innecesaria,  se transmute en algo parecido  a  la flor  loto que encabeza este articulo y que escogí especialmente,  para que su imagen nos recuerde, lo que es la serenidad.

 Divino Creador, Padre, Madre, hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego todas mis memorias que activan en mi, la ira innecesaria para que Tu las transmutes en luz.

Dame la serenidad el contento y la tolerancia que necesito en mi vida.

¡Y así se ha hecho!

Lo siento, por favor perdóname

Te amo, 
Gracias


 

Ana María
 


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”