Este articulo quisiera dedicarlo a mi Bienamado, aquel que me sostiene, que me nutre y me llena de alegría, ¡A mi morador interno, El Eterno conductor del carruaje de mi vida!

 Puede que tú, aún no tengas esta bendición, esta  dulcísima comunicación interna con un maestro espiritual, si todavía no lo tienes búscalo, no te detengas hasta encontrarlo.

 Enamórate, entrégate y lánzate al vacío de la fe, que El no te dejara caer.

 Quienes hemos encontrado al Maestro, hemos sido bendecidos, y podemos comprendernos, porque solo cuando has experimentado esta unión puedes dar fe de ella.

 Hace tiempo llego a mis manos un libro que relataba la vida de Rumi, el gran poeta árabe y representante del sufismo, mientras leía su historia y la forma como Rumi,  ya siendo un hombre adulto,  encuentra a su maestro y se enamora de él. Entendi perfectamente,  que lo hubiera dejado todo para seguirlo,  y como  fruto de su amor , escribió lo poemas mas hermosos de la literatura árabe.

 Con un enamoramiento que nada tiene que ver con la atracción física, sino más bien con el éxtasis espiritual. No hay amor más maravilloso, más lleno de alegría y plenitud que el amor a un maestro verdadero.

 Un Maestro verdadero nunca te dirá “ámame”, todo lo contrario , un Maestro verdadero te dirá “ámate”, encuentra tu esencia Divina y amate real y profundamente.

 Te enseñara a seguir los principios y no las personalidades , te dará sustento en lo mas profundo del espíritu.

 Muchas veces es el Maestro,  quien te busca hasta encontrarte, se cruza  en tu camino, te hablan de él, lo ves acá y allá, hasta que tu terquedad sede y lo aceptas en tu corazón.

 Otras veces tú Lo buscas y él se esconde, te pone a prueba, juega contigo hasta que finalmente te acerca a Su corazón.

 El Maestro es como la madre que mece la cuna, con el mismo brazo  que aleja la cuna, después la acerca a su corazón.

 Si hoy te sientes lejos,  piensa que  El está meciendo la cuna, no tardará en acércate a El.

 El es la rama y tu la avecilla a la que sostiene con firmeza.

 Que significa el Ho´oponopono en relación al Maestro espiritual, el ho´opnopono es la herramienta de la entrega, gracias a su técnica aprendemos a aceptar y entregar.

 Primero, para poder entregar,  busco la aceptación, o el cien por ciento de responsabilidad, porque para entregar algo primero tiene que ser mío.

 Hace poco alguien me preguntaba ¿cómo tomar el cien por ciento de responsabilidad cuando he experimentado un abuso, cuando he tenido una perdida?

 Para eso es la aceptación, no hay experiencia fuera de mi memoria, por más violenta que haya sido la agresión, por más dolorosa que sea la perdida, al aceptar que fue una memoria activada y repetida, podré entregarla y me ayudará a encontrar la paz.

 Muchas veces he compartido contigo, que la justicia verdadera es la que se ejerce sin odio, si yo he sido atacada puedo denunciar al atacante, pero no es  necesario y mucho menos saludable,  hacerlo con odio.

 Primero he aceptado que la experiencia es una repetición de algo que ya estaba en mi subconsciente desde mucho tiempo atrás, sabe Dios cuanto tiempo atrás, pero que en el transcurso de una vida se ha repetido muchas veces con distintas modalidades.

 Lo mismo pasa con la perdida de un ser querido, se termino el cuerpo físico, su verdadero ser continúa, no es fácil esta aceptación, estamos apegados a lo que vemos y tocamos, sin embargo es la aceptación de lo verdadero lo que trae paz a nuestra vida.

 ¿Cuantas memorias de perdida habremos heredado?¿Cuantos nacimientos y cuantas muertes que experimentaron nuestros ancestros, traemos grabadas en la memoria?

 Solo repetimos lo que ya conocemos, es nuestra misión borrar y borrar hasta llegar al cero, en donde ya no hay limitaciones.

 En estos casos, no responsabilices a tu Maestro, el te muestra el camino y aligera las memorias, las suaviza y te inspira a entregarlas a la Divinidad. El tampoco hará el trabajo por ti, no esperes soluciones mágicas. Pero ten la seguridad que apenas lo llames, estará contigo.

 “Cada ¡OH Señor!: es un aquí estoy”

Rumi

 Nosotros decimos “Te amo, gracias”, y ese es nuestro llamado para que la Divinidad diga “aquí estoy” y se inicie la transmutación.

 La pruebas, son los exámenes de la vida, no vale hacer que alguien las pase por ti,  no vale comprar las respuestas o copiarlas porque entonces no aprenderemos.

 Vivir las pruebas en paz, ese es el secreto y ayuda mucho saber que como todo en la vida “Esto también pasará”.

 Estos artículos que comparto contigo, son el fruto de mi trabajo personal, no pretenden otra cosa que mostrarte mi experiencia, porque esto es lo que me ha dado la paz, y no fluyen de mi porque yo viva una vida sin dificultades, todo lo contrario a veces las dificultades son muchas, pero es entonces cuando mi amor crece y agradezco, al Maestro por haberme enseñado a mantenerme en estado de entrega y por consiguiente de PAZ.

 Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego toda mi vida llena de memorias de las buenas y de las que no lo son, para que Tú, las transmutes en luz.

 Enséñame a aceptar cada experiencia como una paso adelante en mi camino hacia Ti.

 ¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor  perdóname


 Te amo,
 Gracias


 Ana María

 
Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”