¡ESTOY APURADA!

“Yo soy el Tiempo infinito”, dice El Señor. El tiempo no tiene medida, es ilimitado e infinito. El hombre lo experimenta en su vida dividiéndolo en años, meses, semanas, días, etcétera. El tiempo es dividido en un patrón conveniente con el único objeto de facilitar al hombre el desempeño de sus actividades cotidianas…” SSSB

La sensación que nos falta el tiempo no es real, lo que hace que sintamos que no nos alcanza el tiempo es la velocidad de nuestra mente.

Cuando tenemos demasiadas ideas en nuestra cabeza dando vueltas en forma caótica, lo que sucede es que nos dispersamos, nos hacemos lentos, y en ese estado no completamos nada de lo que queremos hacer.

Hay una historia muy conocida de una orden que le diera Napoleón a su valet: “Vísteme lento que llevo prisa”

Estaba claro que Napoleón sabia que las cosas hechas a velocidad corren el riesgo de no ser completadas y están más propensas a fallar.

Es estrés de nuestra época es casualmente causado por la velocidad.

Imagínate que quieres pasar el hilo por el ojo de una aguja, pero mantienes moviendo rápidamente la aguja, ¡el hilo no podrá pasar por allí¡

Es igual si tenemos cantidad de ideas pululando por nuestra cabeza a velocidad, no podremos detenernos a desarrollar alguna de ellas.

Nada agota más que pensar demasiado y en desorden.

Como dice la enseñanza al inicio, si el tiempo es infinito, entonces ¿para qué el apuro, porque mejor, no hacer una cosa a vez?.

El día de hoy solucionaré lo de hoy, sin adelantarme sin pensar en los famosos ¿y si…?, que me detienen.

Hoy lo de hoy, acá y ahora, mañana cuando llegue, será hoy, y me ocupare de ese momento.

La famosa disculpa de “Estoy apurada”, encubre muchas otras descripciones, “estoy ansiosa”, estoy intolerante”, “estoy acelerada”.

He aprendido que cada vez que me parece que las personas están lentas, es porque yo estoy acelerada, y es momento de respirar y bajar la velocidad.

Cuando trabajamos todo lo relacionado con la abundancia, uno de los temas principales es la carencia de tiempo. En realidad no existe tal carencia, es mental y es también cuestión de enfoque y organización.

Estoy convencida que de que hay tiempo para todo, es cierto que en mi caso, nací con una muy desarrollada idea de la organización, para mi organizar uno o varios eventos simultáneos no se me hace difícil, pero eso si, es indispensable estar enfocada en lo que hago en el momento que lo hago.

La mayoría de los errores que cometo no son por omisión sino por precipitación.

Una practica que cada día trato de mejorar es el de las prioridades. Tener prioridades es básico, sino, nos perdemos en detalles sin importancia.

Dentro de las prioridades está el mantener la armonía entre los tres estados de consciencia que nos enseña el Ho´oponopono: la madre, el hijo y el padre: uhane, unihipili y aumakua

Que no es otra cosa que la salud intelectual, emocional y el contacto con nuestra parte espiritual.

Todas las herramientas nos han sido dadas, ya depende de cada quien el ponerlas en practica.

Es sorprendente como la información está cada vez más a nuestro alcance, pero la información sin práctica de nada nos sirve.

En toda disciplina lo importante es comenzar por la observación de nosotros mismo.

Hoy he compartido contigo este tema sobre el tiempo, yo me observo continuamente para ir afinando mi practica, tú también, si te observas podrás detectar en que momento es que la aceleración de tus pensamientos te hace lento y eso es el resultado de la “falta del tiempo”

Ahora que sabemos que el tiempo es infinito, tomemos las cosas con calma y vivamos el presente bien vivido y a cabalidad.

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno, Te entrego todos mis tiempos para que los llenes de luz.

 Enséñame a vivir el hoy, salir temprano, andar con calma y llegar segura.

 

¡Y así se ha hecho!

Lo siento, por favor perdóname

Te amo,  Gracias

 

Ana Maria

 

Aloha  Ke Akua


“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”