PROSPERIDAD

“Cuando persigo la prosperidad, nunca tengo lo suficiente. Cuando mi vida está concentrada en un propósito y en dar lo mejor de mí, me vuelvo próspero.” – Wayne Dyer

 La prosperidad es el crecimiento de lo bueno, si queremos que algo crezca, es necesario asegurarnos que tiene la energía suficiente para hacerlo.

 En Ho´oponopono se dice “allí donde va mi atención, va mi energía”, por lo tanto si queremos que algo prospere nuestra atención ira, a lo que ayuda al crecimiento y no a las carencias que lo impiden.

 Si nos enfocamos en la carencia, esta crece. En cambio al enfocarnos en como prosperar, es eso lo que recibiremos.

 Veamos como podemos trabajar sobre lo bueno y lo adecuado para generar crecimiento:

 Lo primero que ayuda a la prosperidad, es dar, es un proceso de causa y efecto, mientras más doy, más recibo, y no se trata de dar cosas; dar atención, dar de nuestro tiempo, regalar una sonrisa o mantenernos siempre con buen carácter, eso es dar.

 Pero también es bueno dejar de acumular. Cuando nos volvemos acumuladores de cosas, ideas, y actitudes, llenamos espacios valiosos con aquello que seguramente no es importante.

 Si tenemos más cosas de las que necesitamos, si acumulamos objetos que no hemos usado en años, no estamos dejando espacio para que nuevas cosas lleguen a nuestras vidas. ¡Únicas, refrescantes, innovadoras, creativas¡.

 Muchas veces confundimos deseos con necesidad, los deseos se multiplican de una manera sorprendente y corremos el riesgo de que, al querer complacer todos nuestros deseos, comencemos a generar compromisos que lejos de otorgarnos una satisfacción, nos aportan deudas y con ellas la tensión que las acompaña.

 Otro error que podemos cometer en nuestro camino a la prosperidad, es: ¡Seguir haciendo lo mismo, y esperar resultados diferentes¡

 Si no hay prosperidad en mi vida, es que no estoy yendo por el camino adecuado, una y otra vez repito los mismos métodos que: ! NO FUNCIONAN¡, esperando tener resultados diferentes.

 También tratemos de hacer lo coherente en nuestra vida, es lo más acertado y creador de prosperidad, es decir, hacer lo mismo que pensamos y sentimos sinceramente, sin dejar que las opiniones o juicios que no son los propios, nos condicionen, y limpiar las creencias que hemos alimentado por mucho tiempo y que nos impiden avanzar.

 No confundamos esto, con la terquedad de no querer hacer cambios o soltar ideas o conceptos acartonados y obsoletos, cuando una opinión de otra persona nos parece adecuada, simplemente la hacemos nuestra y continuamos con ella, habiéndola incorporado a nosotros.

 Saber reconocer que es lo que verdaderamente sentimos y pensamos es fruto de la auto indagación, luego sólo nos queda contactarnos con nuestra propia fuente de conocimiento.

 Para eso es preciso alimentar, una y otra vez, sin cansancio, una relación saludable con nuestro niño interior.

 Por lo tanto, es necesario tener momentos de tranquilidad, de estar verdaderamente en el presente y trabajar en ese contacto, que es fundamental para limpiar nuestra vida de memorias que obstaculizan nuestra prosperidad.

 Cada vez que contacto con mi niño, trato de hacerlo con alegría, juego con él, aprendo a ser un niño nuevamente, dejando atrás los miedos y las barreras mentales, para poder entrar de lleno a comunicarme con el.

 Cuando en los talleres, hacemos la iniciación de sincronizarnos con la abundancia, es nuestro niño interior el que nos ayuda a soltar todo lo que nos impide prosperar e instalar la abundancia en nuestra vida.

 Recuerda que somos seres humanos imperfectos en camino a mejorar, entonces no te desanimes si te equivocas, ni pretendas acelerar el proceso, solo se constante.

 Este es un trabajo de paciencia, mi naturaleza es acelerada y por estar en alta velocidad suelo cometer errores, hoy también trabajo en bajar mi velocidad.

 Muchas veces puedo ver claramente mi estado acelerado, cuando siento que todos, en las tiendas, el mercado, en mi casa, ¡ están lentos. ¡¡¡

 En ese momento me detengo a tomar responsabilidad y me doy cuenta, que no es que estén lentos, es que: ¡ yo estoy acelerada¡.

 Me perdono, bajo la velocidad y sigo adelante en paz…

 Si tu has participado de un taller, habrás podido experimentar a tu Ser Superior, la serenidad es nuestra naturaleza y desde esa serenidad podemos poner todo en proporción.

 La prosperidad crece y se propaga en medio de la serenidad, intenta una y otra vez entrar en ese estado de serenidad en donde tu visión se aclara y puedes percibir la realidad.

 Ya tenemos una idea de cómo hacer el trabajo de esta semana, entonces ¡manos a la obra, y comencemos¡.

 Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego todas mis memorias de carencia para que Tú, las transmutes en Luz.

 Enséñame a Dar, agradecer y aceptar.

 ¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor  perdóname


 Te amo,
 Gracias


 

Ana María

 


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


Abundancia, Dinero y Prosperidad


“La abundancia no es algo que adquirimos, es algo con lo que nos conectamos.” – Wayne Dyer

 

Cuando me pides que escriba sobre la abundancia, mis memorias se confrontan, tengo aún mucho por trabajar y enderezar en ese campo.

Puedo compartir  contigo,  lo que he encontrado sobre este tema, que es sobre lo que estoy trabajando, y así lo trabajamos juntos.

Abundancia es mucho mas que dinero, es una actitud ante la vida, la abundancia comienza con el DAR.

“Uno puede descubrir siempre  algo más para dar, porque  el amor se multiplica, no tiene fin. No es posible encontrar un receptáculo lo suficientemente grande, una vez que el amor comienza a fluir” SSB

Para vivir en abundancia primero hay que bendecir la abundancia, todo lo que veo  en la naturaleza es abundante, solo tengo que ver a mi alrededor.

 También es importante bendecir la abundancia en otros, ¿cuántas veces escuche:  que el dinero es sucio y los ricos ladrones? Habré borrado ya,  esa creencia?

La escasez de dinero puede tener sus raíces profundas en pensamientos, sentimientos y memorias subconscientes del pasado, o estar influenciada por viejos conflictos no resueltos, con personas de mi familia o de mi entorno social y laboral.

 

Las situaciones de escasez económica que se me presentan en ocasiones, pueden obedecer a muy diversas causas, todas ellas susceptibles de ser limpiadas y borradas con un:

“!Te amo, Gracias!”


La divina providencia tal como su nombre indica es la encargada de la provisión adecuada de todo lo que necesito en la vida material, siempre y cuando, no sea yo misma, con mis memorias pasadas de escasez y no merecimiento, quien corte el natural fluir de la abundancia que por ley divina me corresponde.

 

Es la fuerza de vibración de mis pensamientos, palabras y acciones, en armonía y coherencia, la que día a día va manifestando, el nivel de riqueza material y personal del que puedo disfrutar en la vida.

 

Si te concentras en lo que no tienes, nunca, nunca tendrás suficiente. (Oprah Winfrey)

 

¿Acaso no es energía todo lo que me rodea? Si bloqueo el flujo de energía del dinero, ¿no estoy bloqueando la abundancia y propiciando la miseria?

 

Porque el dinero no es más que energía y como tal responde a las leyes universales del intercambio energético. Apreciarlo, respetarlo y entregarlo con amor es lo que lo mantiene en permanente circulación. El equilibrio entre dar y recibir es la clave, dar, aún en las situaciones más precarias, mantendrá el dinero fluyendo en mi  vida.

Si quiero tener una economía saneada hare bien en estar atenta a lo que pienso sobre el dinero, lo que expreso en relación con él y con qué criterios lo gasto o lo invierto. No temo a que se acabe,  no pago las cuentas a medias,  a mis  empleados a medias,  no regateo,  no me lamento a la hora de pagar una cuenta y mas bien bendigo  a quien lo recibe.

 

 Otro tema muy importante es cómo valoro mi trabajo, cómo administro lo que me fue dado: Si recibo un don y lo comparto gratuitamente ocurren dos cosas:
 Le niego el valor que tiene. Y estoy siendo desagradecida con lo que el Universo me da.


Impido que los demás ( yo soy una parte de ”los demás”) aprecien lo valioso que es. Y cuando alguien no puede percibir el valor de algo, no puede recibir su beneficio.

  “Lo que estamos esperando – la paz de la mente, la alegría, la gracia, la conciencia interior de la abundancia simple – sin duda vendrá a nosotros, pero sólo cuando estemos listos para recibirlo con un corazón abierto y agradecido”. (Sarah Ban Breathnach)

 

 

Si me estoy quejando todo el tiempo diciendo que el mundo está muy mal, que no hay trabajo, que no llegare a final de mes, y que no tengo dinero.  ¡Que no me  extrañe que éste, no quiera quedarse en mis manos y se vaya rápidamente en el mismo instante en que aterriza en ellas!.

 

Trato de estar muy atenta a los pensamientos de escasez, a las emociones de miedo a la pobreza y a las expresiones de limitación, para limpiarlos y borrarlos constantemente.

En el caso de estar en medio de una conversación en la que escucho declaraciones de carencia y escasez, o ante las noticias que me hacen sentir con miedo al futuro, mentalmente afirmo:

La divinidad en mi vida es abundancia y la entrega para ti y para mí , Te amo, Gracias.

 

         También repito cada día esta oración:

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como uno solo, te entrego todas las falsas memorias, los pensamientos y las creencias, los sentimientos y emociones que ocasionan en mí: carencia, precariedad económica, escasez y limitación de cualquier índole, miedo al futuro, depresión o tristeza.

 

Para que sean borradas de mí, desde la raíz y por siempre.

Y a cambio: sé, que recibiré Tu luz.

 

Lo siento, perdóname, te amo, gracias.

Que la energía de la abundancia nos envuelva y que  el dar sea como el pan de cada día para nosotros.

Llovizna

Llovizna

Llovizna

Te Amo, Gracias

Ana María

LPDY