La primera lección práctica que recibí de Soledad, sobre los reclamos me dejo impactada.
Estaba en Chile, fascinada con todo lo que había recibido en su taller el día anterior y más aún porque ella me dio un tiempo extra, y vino a mi hotel para seguir preparándome para que yo también pueda compartir el Ho´oponopono.
Mientras la esperaba, mi di cuenta de que en mi habitación, no había un solo enchufe en donde yo pudiera cargar mi computadora. Ella llegó en el momento en que yo acababa de RECLAMAR acaloradamente en la recepción y se lo dije.
Su respuesta fue “En ho´oponopono no se reclama”
¿Qué? ¿entonces como hago?
¡Informas lo que necesitas!
Observa ese cambio de vibración, se reclama desde la victima y se informa desde la responsabilidad.
Desde ese momento entendí que cada vez que quiero responsabilizar a alguien mas de lo que me sucede, estoy haciendo uso de la victimización, entro en la vibración de carencia y creo más y más de lo mismo.
Allí donde va mi atención va mi energía.
Si nos detenemos a observar, Cada vez que nos quejamos o reclamamos, recibimos muchas replicas de lo mismo.
Si contamos los síntomas de una enfermedad, los detalles de una asalto, la situación conflictiva de un familiar etc.,, cada persona que reciba la historia me regalará con la suya propia y estaré fortaleciendo la situación.
Allí donde va mi atención va mi energía
Aprender a enfocarme el lo positivo, aun en casos extremos, es un aprendizaje paulatino. Pero si mantengo una actitud responsable, poco a poco, y cada vez mas, podré darle un enfoque diferente.
Si experimento una carencia real de salud, de seguridad, carencia material. Mi enfoque estará en la salud, y el posible tratamiento. En prevención, responsabilidad y crear seguridad o en la forma de producir y crear abundancia con lo que ya tengo.
Quejarse es algo que cualquiera sabe hacer. …………..Henry Ford
Aprenderé entonces algo que aun no se hacer. RESPONSABILIZARME
Las quejas demuestran : disgusto, disconformidad, enfado, y no deseo activar esas memorias en mi vida.
Mi propósito es apartarme de la amargura, la queja nos conduce a ella ,es oscura y le teme a la luz de la inspiración.
Hace poco recibí una consulta de alguien que me decía:
” Ya no se como contentar a mi madre, su vida fluctúa entre el reclamo y la queja”
Bueno, le dije, lo primero es tomar el cien por ciento de responsabilidad, la memoria es tuya, es desde tus memorias, que esa situación se repite una y otra vez. Y por supuesto, ya que lo que me cuentas, yo también lo puedo reconocer fácilmente, yo también limpiare esa memoria, porque ! también es mía!.
Yo se que escuchar la queja constante de alguien, enfrentar reclamos uno tras otro no es agradable, y tomar el cien por ciento de responsabilidad parece muy difícil. Yo te puedo asegurar que es todo lo contrario, es liberador.
Cuando me hago responsable, “traigo la pelota a mi cancha”, es mía y yo puedo lanzarla en la dirección que desee.
Cuando estoy en victima, no es posible hacerlo.
Hace un tiempo que se puso de moda usar una pulsera que decía “no quejas”, algunas personas la usaron por un tiempo pero no funcionó, creo que mas hubiera funcionado usar una que dijera: “gracias”.
Hago un recuento:
Sin reclamos ¿que hago entonces? Informo lo que necesito
Si algo me falta ¿que hago?: acepto que esa es una memoria de carencia que yo estoy recreando, inicio la limpieza para junto con ella, tomar acción con la seguridad que si es bueno para mi estará disponible.
Aporto ideas para solucionar conflictos, y situaciones difíciles.
Sin juzgar, sin criticar.
Hace poco asistió a un taller, un hombre de leyes. Y su pregunta fue.
¿Que puedo hacer yo si mi trabajo es enfrentar la violencia y la delincuencia?
Lo primero es entender que estás en ese trabajo por elección propia, elijes desde tus memorias, luego es fundamental hacer uso de la compasión, aquel que delinque tiene exactamente la misma esencia Divina que tienes tu, la diferencia es que aún no aprendió a expresarla, la justicia es una valor y prevalece por lo tanto si debe ser sancionado, así se hará. Sin dejar de reconocer, que tu y el comparten el valor de la existencia.
Cuando aprendí a tomar el cien por ciento de responsabilidad abrí las puertas de par en par para recibir la paz en vida. ¡Te amo, gracias!
Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno. Te entrego toda memoria negativa que me impida tomar el cien por ciento de responsabilidad en mi vida, para que Tu la transmutes en Luz.
Que la gratitud y la compasión sean constantes en mi vida.
¡Y así se ha hecho!
Lo siento, por favor perdóname
Te Amo
Gracias
Ana María
Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”