RECUPERACIÓN

Según el diccionario recuperarse significa volver al estado normal

después de haber atravesado una situación negativa.

 

Ahora yo me pregunto ¿cuál es mi estado normal? ¿cuándo deje mi

estado normal? o ¿será que nunca llegué a estar en mi verdadero

estado, en el estado de serenidad?

 

¿Puede el Ho ́oponopono llevarme a recuperar mi estado normal

original?

 

Todo se puede recuperar, y aquello que hemos dañado definitivamente

lo creamos desde otro cimiento, reprogramamos y comenzamos con

nuevos códigos.

 

Si tuvimos grandes caídas en la vida, si el decir la verdad no era una

pauta en mi vida, si no aprendí a expresar mis emociones, si tomé la

misma ruta equivocada una y otra vez, aún así puedo recuperarme.

 

Aquello que ya no tenemos de forma natural o en automático lo haremos

de manera mecánica…

 

Un día vi una entrevista a una doctora en matemáticas que era autista,

y acababa de escribir un libro que acaparó muchos premios,. Cuando

le preguntaron cómo lo había logrado, ella le dijo al entrevistador: “todo

aquello que tú haces de manera natural, yo lo hago pero luego de

haberlo aprendido con mucho esfuerzo”.

 

Para hacer las cosas de forma correcta, siempre necesitaremos un

método, el tradicional, es el método que se repite una y otra vez,

reconocer, admitir y corregir.

 

Este método nos lleva paso a paso a la recuperación física y emocional.

 

No digo espiritual, porque el espíritu nunca se enferma ni desvía su

camino, lo que falla es la conexión que tenemos con él.

 

Si la mentira, el truco, y el engaño han sido tus compañeros constantes

y se han convertido en un patrón en tu vida, el método te llevará a admitir

esta realidad, aceptar que tu forma naturalmente honrada de actuar ha

sido dañada y corregir tu comportamiento suspendiendo estas conductas

cada vez que ellas se presenten.

 

Hay otros casos comunes como por ejemplo, un déficit de atención, lo

primero será reconocerlo, luego admitir que lo tendrás toda tu vida y

luego corregirlo aprendiendo a bajar tu velocidad mental.

 

En mi caso, te puedo decir que he tenido que aprender muchas de mis

conductas positivas -como gran parte de los seres humanos- crecí, en

una familia disfuncional, a la cual, hoy amo y agradezco, aún cuando en

un momento de mi vida tuve que darme cuenta que rechazaba muchas

de las conductas equivocadas con las que nos relacionábamos, y que

trajeron mucho sufrimiento a mi vida.

Fue entonces que tomé distancia de ellas, tuve que aprender a

relacionarme de una manera diferente, ahora aún después de tantos

años, los rasgos adquiridos en la niñez tratan de aparecer de vez en

cuando y me recuerdan que estar alerta es una forma de mantenerse

saludable.

 

Toda enfermedad comienza de forma emocional, luego se manifiesta

como física, por eso es tan importante mantenernos limpiando memorias,

ese es el aporte invaluable que el Ho ́oponopono trae a nuestras vidas.

 

Hemos aprendido a ponderar la inteligencia intelectual y dejar de lado la

más importante que es la inteligencia emocional.

 

Muchas veces las personas a las que llamamos inteligentes, no pueden

llegar a comprender sus propios sentimientos, ya que todo lo hacen

desde la cabeza y no con el corazón.

 

Quizá sea por esa razón que los orientales representan la mente o

intelecto en forma de serpiente, porque el avanzar de la serpiente es

sinuoso se mueve siempre de costado y de forma engañosa.

 

De la misma manera nuestro intelecto nos quiere convencer de que la

verdad radica en él y no en el corazón.

 

El intelecto que no está bien entrenado en la auto indagación, puede

ser muy engañoso, son miles de millones de memorias que conforman

la realidad que vivimos y nunca sabremos verdaderamente cuál es la

causante de cada situación, es por eso que una oración de entrega

válida, podría ser esta:

 

“Divinidad, te entrego aquello que hay en mí que está creando esta

situación de dolor”.

 

Hay recuperaciones que nos cuestan mucho como por ejemplo

recuperarse de una pérdida de un ser querido, de una ruptura emocional,

ya sea un divorcio o una separación, en esos casos hay que vivir el duelo,

no resistirse al dolor y entregarlo una y otra vez a Dios, a la Divinidad,

Poder superior, Energía Cósmica, al universo, es decir a esa fuerza en la

que cada uno cree.

 

La recuperación se construye un día a la vez, y se mantiene de igual

forma, !sólo por hoy!

 

Es importante saber que nuestro estado natural es la serenidad, ese

estado de calma interna, esa sensación de pertenencia y unidad.

 

Para nada el estado natural será el mal humor, la crítica o la queja que

nos genera la angustia, ese temblor interno, o el descontento.

 Hoy es un buen momento para comenzar nuestra propia recuperación y

disfrutar de lo que es natural en tí y en mí y comenzar a vivir en paz.

 Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo

Uno. Te entrego cada una de mis caídas y mis errores para que Tú, los

transmutes en luz.

 Enséñame a reconocerlos, admitirlos y corregirlos para volver a mi

estado de paz.

 

¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”