El Ave Fénix

La leyenda del Ave Fénix relata la historia de un ave capaz de renacer de

sus propias cenizas. Es un símbolo universal de la muerte generada por

el fuego, la resurrección, la inmortalidad y el sol. También representa la

delicadeza, ya que vive sólo del rocío sin lastimar a ninguna criatura

viviente.

Finales y principios, cuántos de nosotros estamos terminando una forma de vida

para iniciar una nueva?

 

Aprender a aceptar los cambios es la base del estado de paz. Hay algo que

nos resistimos a aceptar y es que las cosas generalmente no salen de la forma

que esperamos.

Pueden salir mejor o peor o simplemente diferente, pero en medio de nuestra

terquedad nos resistimos a aceptar esta realidad.

 

Muchas veces te he comentado acerca de la impermanencia, todo lo que

tenemos en nuestro entorno es impermanente, comenzando por nosotros

mismos.

¿Adónde fue la niña que era a los 7 años… a los 22… a los 35…? ya no están…

han cambiado, han sido impermanentes.  

 

La lucha contra el tiempo es una pelea inútil, el tiempo pasa y si sabemos

potencializar lo positivo que nos va dejando, nos haremos más sabios y más

serenos, hay una frase de Amado Nervo que dice:

 

“El signo más evidente de que se ha encontrado la verdad, es la paz

interior”.

 

Se supone que con el pasar de los años nos acercaremos cada vez más a lo

verdadero, si no es así, es que no estamos potencializando las enseñanzas de

la vida.

 

Todo termina para volver a comenzar, transformado en algo diferente, el Ave

Fénix, representa esta eterna rueda de nacimientos y muertes de lo que

conocemos, de aquello a lo que estabamos acostumbrados y que en algún

momento dejaremos atrás, a la muerte de la niñez y la bienvenida a la

adolescencia, al final de la juventud y a la bienvenida a la edad adulta con todos

sus pro y sus contras.

 

La no resitencia, esa es la clave.

 

Cada final trae consigo la apertura de puertas que se abren ante nosotros.

 

El final de una relación, puede ser muy dolorosa, pero también nos deja

espacios abiertos a muchas otras posibilidades.

 

Conocí una pareja de personas mayores que ya no están en este plano,

primero se fue él, y ella lo tomó con mucha entereza y un día me dijo “siento

que puedo retomar mi vida en el momento que la dejé para casarme”.

 

Se refería a que quería volver a estudiar y cumplir algunos de sus sueños que

dejó suspendidos para dedicarse de lleno a ser esposa y madre.

 

Su ejemplo me dio mucho que pensar, porque es cierto que uno se casa por

amor y voluntariamente, pero también es cierto que ese “nosotros” de la pareja

requiere muchos renunciamientos voluntarios para poder acoplarse en

armonía. Compartir la vida con alguien, significa ceder algunos espacios,

cuando las relaciones se terminan esos espacios quedan como posibilidades

nuevas.

 

En la religion Hindú se cree en la trilogía de Brahma, Vishnu y Shiva.

Brahma, es el creador, Vishnu el preservador y Shiva es el destructor, pero esa

destrucción no es inútil, Shiva destruye para volver a construir, destruye la

ignorancia y construye la sabiduria, son las pruebas en la vida que nos enseñan y

nos purifican.

 

Hoy he querido compartir contigo este simbolismo del Ave Fénix, veo y percibo

que hay mucho movimiento y muchos cambios en nuestro entorno y en

nosotros mismos.

 

Aceptemos esos cambios, aprendamos de ellos, tomemos las nuevas

posibilidades como principios a algo nuevo.

 

No resistencia, la aceptación y serenidad, ese es nuestro camino.

 

En Ho´oponopono hemos aprendido que: “A lo que me resisto, persiste; lo que

acepto se transmuta”, pero esta enseñanza va ligada a otra no menos

importante: “Alli donde va mi atención, va mi energía”.

 

¿Qué quiere decir esto?, que si me enfoco en lo negativo, mi energía lo

acrecentará, si me enfoco en las soluciones, y la infinidad de posibilidades que

se abren con cada cambio o cada final, entonces tendré la alegría de

sorprenderme cada día.

 

Si se trata de enfermedad, no repetiré una y otra vez la secuencia de la

enfermedad, me enfocaré en un buen tratamiento, en el médico correcto y en

mi capacidad innata de sanación.

 

Todo cambio y todo final traen posibilidades infinitas para cada uno de

nosotros.

 

Seamos como el Ave Fénix y vivamos un renacimiento con cada despertar.

Que tengamos paz más allá de todo entendimiento.

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno. Te

entrego todas mis memorias de rigidez, terquedad y resistencia para que

Tú, las transmutes en luz.

 

Enséñame a aceptar y potenciar cada cambio o final en mi vida.

 


¡Y así se ha hecho!
 

 
Lo siento, por favor perdóname
 


 Te amo,  Gracias

 
Ana Maria
 

 Aloha  Ke Akua




“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”