¿ME CONVIENE?

Esta pregunta es una constante, quizá no nos demos cuenta pero nuestro
intelecto está eligiendo todo el tiempo.

Lo importante es saber si sabemos o no, qué es lo que nos conviene.

Comencemos por preguntarnos ¿qué es lo que queremos en la vida?

Sea lo que sea que estás pensando la respuesta final es, “eso que deseo es
lo que finalmente me dará una vida en paz”.

Si alguna vez has leído ese libro que cuenta la historia del muchacho que
recorrió el mundo entero buscando un tesoro y cuando regresó a su casa sin
haberlo encontrado, agotado y desesperanzado se dio con la sorpresa ¡que el
tesoro siempre estuvo debajo de su cama!

De la misma manera buscamos de todo para ser felices y la felicidad siempre
estuvo en nosotros esperando ser encontrada.

Entonces esa elección constante que hacemos no siempre es la acertada,
porque si así fuera, viviríamos en un mundo de paz.

Si antes de criticar a mi hermano me preguntara sinceramente ¿me conviene?,
la respuesta siempre será NO.

Si antes de llenarme de rabia o quejarme amargamente me hiciera la misma
pregunta, la respuesta siempre será NO.

Un día vinieron a un taller una pareja de esposos, él se quejaba
amargamente de su esposa porque según él, ella era una ilusa, nada la
ofendía y nada la molestaba.
Cuando le pregunté ¿Y quién es más feliz, ella o tú?, el respondió ella por
supuesto porque no se da cuenta de la realidad.

¿De qué realidad hablaba él?, de SU propia realidad, de aquello que sucedía
en su interior y que lo llenaba de frustración, en cambio ella vivía también su
propia realidad, había decidido aceptar a las personas y las situaciones y no ir
en contra de nada.

Cuando realmente entendemos el principio del Ho´oponopono y lo ponemos en
práctica, nos fortalecemos y avanzamos en el camino de la paz duradera.

La base del Ho´oponopono es entender y aceptar, que nada sucede fuera de
mí, todo lo contrario, sea lo que sea que está en mi realidad está sucediendo en
mi interior.

La testigo constante de toda mi vida soy yo misma.

Mi búsqueda de paz terminará cuando finalmente me contacte con mi propio Ser.

¿Quién soy yo? ¿De dónde vengo y a dónde voy?. Esas son las preguntas que
el ser humano se ha hecho desde siempre.

Es cierto que estoy llena de conceptos muy bien razonados pero aún no
experimentados, acepto que la existencia es eterna y que mi esencia
verdadera también lo es, pero también necesito saber que al llegar a este plano
de existencia, haré uso de un vehículo llamado cuerpo y que viene dotado de la
información completa de todo lo existente, soy exactamente un holograma del
universo.

Sin embargo al momento de tomar una forma humana, olvido
momentáneamente quién soy, me confundo y comienzo a creer que soy tan
sólo un cuerpo.

Es como comprar un carro nuevo, que viene con los últimos adelantos,
computarizado y lleno de elementos de confort, pero que al momento de
subirme en él me olvido de quién soy y ¡creo ser el vehículo y no el conductor
del vehículo!

En mi estado original, sólo existía con una serenidad eterna, cuando decido
experimentar la vida humana, junto con ella viene la actividad y el apego, y con
ellos el sufrimiento.

Volver a conectarme con mi ser implica encontrar el lugar dónde radica la paz
verdadera.

La pregunta que encabeza este artículo ¿Me conviene?, se refiere a que todo
aquello que me aleja de la verdad no me conviene porque me aleja de mi
propio Ser.

Desde hoy la pregunta estará presente cuando mi libre albedrío elija, entonces
con ese mismo libre albedrío decidiré por el conflicto o la no resistencia, la
aceptación y la paz.

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno. Te
entrego todas aquellas memorias de juzgamiento, crítica y conflicto para
que Tú, las transmutes en luz.

Enséñame a reconocerte como la inmutable presencia en todo lo creado.

Y Asi se ha hecho

Lo siento, por favor perdóname

Te amo, Gracias

Ana Maria

Aloha Ke Akua
“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”