HO´OPO BOLETÍN DE FEBRERO 2017

Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley?  Y Él le dijo: AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU MENTE.

 Este es el gran y primer mandamiento.  Y el segundo es semejante a éste: AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO.  De estos dos mandamientos dependen la ley y los profetas.

                                                                                                       Mateo 22

 Los mandamientos, el Evangelio y todas las enseñanzas espirituales nos hablan del Amor.   Nosotros creemos conocer lo que es el amor y lo comparamos con ese pequeño sentimiento lleno de apego que es el que sentimos por quienes conocemos, por nuestros familiares y quizá hasta por aquellos que no nos son tan allegados.

La verdad es que aquello que nososotros llamamos amor es un forma de apego.

La manera muy simple de comprobarlo es el miedo que tenemos a perder a un ser querido.

Donde hay miedo no hay amor verdadero.

 

El amor y el miedo no pueden coexistir, es como la luz y la oscuridad.

El AMOR es la ausencia total del miedo.

 

Si verdaderamente pudieramos entender el AMOR en toda su magnitud, seríamos seres invencibles.

 

Tú y yo existimos gracias al amor, el Amor crea, esa es su naturaleza, el Amor lo contiene todo y lo que crea es verdadero es decir el Amor es el continente y la Verdad es el contenido.

La verdad es aquello que no tiene variación, como lo es nuestra existencia, somos seres eternos en completo estado de serenidad que habitamos cuerpos perecibles y llenos de miedo.

Es ese miedo el que nos impide ver la verdadera naturaleza de nuestro Ser.

 

Es cierto que mientras estemos encarnados nuestra tarea será llegar a comprender nuestra verdadera naturaleza y puede ayudarnos mucho entender cómo es que el miedo nos aparta de esa naturaleza.

 

¿Alguna vez te has puesto a pensar que detrás de todo aquello que criticas o juzgas en tu hermano hay mucho miedo?

 

No es la primera vez que te digo que las personas agresivas son las más temerosas.

 

En el encabezado de este artículo el evangelista Mateo dice, que son dos los más grandes mandamientos y los dos hablan del amor.

Un ejemplo un poco simple nos puede hacer entender su contenido. De niños cuando dependíamos totalmente de nuestros padres, ellos nos daban seguridad, los amábamos y confiábamos y con ellos nada malo podría suceder. Más adelante fuimos perdiendo esa certeza.

 

Si pudiéramos confiar en Dios como si fueramos niños en brazos de su madre, el miedo no tendría cabida en nuestra vida.

Y por consiguiente ya no tendríamos tampoco ningún conflicto con nuestros hermanos.

 

Hoy sólo te pido que analices qué es lo que está trayendo sufrimiento a tu vida; ¿no es acaso el miedo a perder la salud, el prestigio, la pareja, las comodidades, etc.?

 

Muchas veces nos enfrascamos en discusiones interminables con nuestros hijos, ya sea por horarios, salidas, permisos, y tal vez ellos comprendieran mejor si les decimos que tenemos miedo que les pase algo o que al equivocarse en sus elecciones ellos sufran.

Es inevitable que aquellos a quienes amamos pasen por momentos de prueba, pero lo que sí podemos evitar es de llenarnos de miedo.

 

El miedo créeme, es como una bola de nieve, va creciendo y creciendo y a su paso arrasa con tu fe, tu confianza y con tu buen criterio.

 

El miedo estará siempre presente en nuestra vida pero podemos aminorarlo poco a poco y el único ancla que tenemos para asegurar la nave de nuestra vida es Dios.

 

Alimentar, afinar, perfeccionar, afianzar nuestra comunicación con Dios es el camino.

¿Cómo lo hacemos?

 

Contactando con nuestra propia Divinidad. Tú y yo somos gotas de Dios.

 

Cuando a Sai Baba, mi Maestro, le preguntaban ¿Tú eres Dios?, Él contestaba:

“ Sí, pero tú también eres Dios, la diferencia entre tú y yo es que yo lo sé y tú todavía no lo sabes”…

 

“Tu visión, que ahora está enfocada en el universo fenoménico, debe ser orientada hacia adentro, hacia el Espíritu Interior. Debes manifestar la Consciencia Divina que es inherente en ti. Debes someterte a esa Consciencia, como una disciplina espiritual. Esto se llama «Percepción Consciente de la Divinidad Interior». La primera tarea es desarrollar el conocimiento de la Divinidad dentro de ti. La etapa siguiente es darse cuenta de esta verdad: que la Divinidad interior está igualmente presente en todos los demás. Debes reconocer que el velo o barrera que parece separarte de los demás nace de la ilusión, y que se deben hacer todos los esfuerzos necesarios para eliminarlo. Sólo entonces será posible experimentar la unidad de todos los seres vivos. Gradualmente comenzará en ti la comprensión «Yo soy ciertamente divino, y este mundo está contenido en mí”.                  Sai Baba

 

Febrero será un buen mes para comenzar a reencontrarnos con nuestra propia divinidad, y descubrir el verdadero AMOR.

 

Que tengamos paz más allá de todo entendimiento.

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo UNO. Te entrego todos mis temores, mis rabias, mis conflictos para que Tú, los transmutes en luz.

Enséñame a confiar en Ti, como confía el recién nacido en brazos de su madre.

¡Y así se ha hecho!




Lo siento, por favor perdóname




Te Amo


Gracias
 



Ana María

 


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Para lograr cualquier cosa en la vida…

(…)Para lograr cualquier cosa en la vida, dos cosas son esenciales: fe
firme, y amor puro. Para experimentar el amor puro y divino, ustedes
tienen que estar preparados a abandonar el egoísmo y el interés personal.
Deben desarrollar pureza y constancia.
Con fe firme en la Divinidad, deben fomentar el amor a Dios, sin prestar
atención a obstáculos ni a sufrimientos. Nunca deben pensar que el
placer y el dolor son causados por alguna causa externa; no es así. Son
resultado de sus propios pensamientos. No tiene objeto culpar a los
demás. Si ustedes desarrollan amor a Dios, ese amor abolirá todo pesar y
toda mala tendencia, como son el apego, la ira y la envidia… SSS

Esta fórmula de poder no fallará si la entendemos y practicamos con
honestidad. Fe firme y amor puro.
La fe , es algo que inicialmente logramos de manera intelectual, para luego
convertirse en algo que será parte de nosotros a nivel emocional y espiritual.

Te doy un ejemplo muy simple: …sales de tu trabajo y te diriges a tu casa, al
hacerlo tienes la certeza absoluta de que tu casa está en su lugar…, no lo
dudas ni por un momento, ni tampoco hay emoción en esa certeza.
¿Lo entiendes? La certeza es intelectual no emocional.

Cada vez que hacemos uso de la emoción, ésta viene acompañada de otras
emociones, por ejemplo: la duda

La duda es una energía de muy baja vibración y nos debilita.

Entonces se trata de comenzar teniendo la certeza absoluta de que no
estamos solos, de que tenemos a la Divinidad en nosotros y con nosotros.
Esta certeza poco a poco se irá introduciendo más y más profundo, hasta
convertirse en FE.

El amor puro como bien lo dice el texto, es abandonar el egoismo, eso es un
poco más difícil, porque requiere de un proceso de maduración del ser
humano.

El egoismo está presente cuando creemos que nosotros somos nuestro cuerpo
con sus sentidos.
Allí nos quedamos atrapados, entonces buscamos en todo, tener una
satisfacción sensorial.

Es cierto que nosotros tenemos un cuerpo al que hay que cuidar, ya que es
nuestro vehículo en este plano de existencia.
Pero la meta es casualmente ENTENDER eso, el cuerpo es el vehículo del
espíritu que es lo que somos.

Somos eternos, perfectos y principalmente somos una parte de Dios.
Pero entenderlo y vivirlo, es el trabajo que hemos venido a hacer, por lo tanto
nos tomará algún tiempo, que a veces podría durar ¡toda una vida!

Esto me recuerda algo que mi Maestro siempre decía: “Yo les doy todo lo
que me piden, para que después me pidan lo que les he venido a dar”.

Esta misma frase se aplica al Ho´oponopono…
Comenzamos haciendo Ho´oponopono esperando conseguir para nosotros
tranquilidad emocional, económica, social, familiar, etc.

Cuando lo practicamos por algún tiempo ya no esperamos nada, sólo
disfrutamos de lo que verdaderamente se nos ha venido a dar: Paz.
Pero esa paz no está condicionada a que las situaciones cambien, ¡no!

Esa paz ya es parte de nosotros y es entonces cuando comenzamos a dar en
vez de recibir. Y sin desearlo el milagro ocurre, mientras más sincera y
desinteresadamente damos: el universo abre sus puertas y comenzamos a
recibir lo que nunca hubieramos imaginado.

Algo más que nos sugiere el texto inicial es pureza y constancia.

La pureza es la sinceridad, no es necesariamente la perfección, porque
muchas veces podremos equivocarnos, pero si lo que hacemos lo hacemos
creyendo que es verdadero, se nos dará una oportunidad de corregir.

La constancia es lo que nos lleva a perfeccionar nuestra práctica, con
paciencia y tolerancia.

Finalmente el texto que no pertenece al Ho´oponopono, pero que sin embargo
nos menciona el fundamento del Ho´oponopono, y eso es que nada sucede
afuera sino que es generado desde dentro de nosotros, entonces nos está
hablando de tomar el cien por cien de responsabilidad, y entregarle todo a
Dios para que sea transmutado, liberándonos de las memorias negativas que
nos llevan al apego a los sentidos, la ira, la envidia, etc.

Amor y fe… comencemos a desarrollarlos y lo demás llegará por añadidura…

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno. Te
entrego todas mis memorias de apego, ira y envidia para que Tú, las
transmutes en luz.

Enséñame el camino que me lleve a la identificación de mi verdadero YO.

Y Asi se ha hecho


Lo siento, por favor perdóname
 


Te amo, Gracias



Ana Maria


Aloha Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


AMOR Y VERDAD


 
Cada vez que hablamos de entrega, de la presencia de Dios en nuestra vida, lo aceptamos racionalmente. Pero generalmente, no es una experiencia de vida, es tan solo una teoría aceptada.

En la practica del Ho´oponopono,  siempre estamos entregando a la Divinidad todo lo que nos hace sufrir  o  nos molesta, para que sea transmutado.

Lo que hace que esa entrega no sea total, es nuestra falta de convicción en la unidad con lo divino.

Llegar a experimentar a Dios como uno solo conmigo, es un  proceso a veces muy largo. Jesús mismo en el comienzo de su vida pública dijo: “Soy un enviado del Padre”, mas adelante declaró: “Yo soy hijo del Padre” y ya casi al final dijo: “el Padre y Yo somos Uno”.

En  el libro “Un curso de milagros” (FPLPI), explican que el pecado original, del cual nos han hablado siempre, no es otra cosa que creer equivocadamente que estamos separados de Dios.

Este camino desde la dualidad hasta la unidad se recorre paso a paso, muchas veces he tratado de transmitir lo que yo vivo día a día en mi relación intima con Dios, y no he podido.

Me gustaría decirles que he llegado a la unidad absoluta, pero no es así. El nombre de Dios vive en mis labios y en mi pensamiento la mayor parte del día, es mi amigo, mi socio inseparable, y sin embargo eso no es suficiente para poder reconocerlo en todo y todos los que me rodean y mantenerme en paz absoluta.

Cuando quiero explicar, que se siente, es como  querer describir la luz a quien nunca la ha visto, no hay palabras que lo describan.

Aun así creo, que ayudaría mucho saber cuales son los nueve pasos para llegar a la entrega según la antigua sabiduría védica.

El primer paso es tan sencillo como oír hablar de Dios, (Llámale: El Absoluto, Lo Divino, El Poder Superior, El Creador, o como sea tu idea de El).

El segundo paso es hablar de Dios.

El tercer paso pensar y  meditar en Dios constantemente.

El cuarto paso es sentirse temeroso-respetuoso de Dios.

El quinto paso, es ejecutar actos de adoración a Dios.

El sexto paso sentirse subyugado por Dios y adorarlo.

El sétimo paso Servir a Dios, hacer todo por El y para El.

El octavo paso Ser amigo de Dios, sentir que voy de Su mano en una profunda amistad y comunicación.

El noveno paso es la entrega total, fundirse en Dios, es llegar a la unidad finalmente.

 
Este recorrido nos lleva por caminos de felicidad, estamos hechos para la felicidad, estamos hechos de amor y…

 ¡amor es estar feliz! (Aloha: quinto principio Huna).

El apego a lo divino es el único apego que no trae sufrimiento.

Ahora, si quisiera describir que es la entrega, diría que es un salto al vacío, con la fe y la confianza que seré recibida por unos brazos firmes.

Si le entrego a Dios lo que me esta haciendo sufrir, El se encargará de solucionarlo de la manera mas conveniente para mí, no dudo de esta realidad: El siempre sabe que es lo mejor para mí.

Dios es existencia. Para entender la existencia con mi mente finita, podría decir que es amor y verdad, El amor es el continente y la Verdad,  el contenido.

Sentir la existencia como esta presencia constante que nos envuelve a todos y todo, es una experiencia maravillosa.

En este momento, te pido que me acompañes y experimentes conmigo.  Cierro mis ojos y solo siento que existo, puedo sentir La Vida, no mi vida, la vida que fluye  través de todos y de todo…de  mi y de ti, del cielo, la tierra, el árbol y el aire, la vida fluye y puedo sentirla…

Entonces experimento el ser, tengo la consciencia de pertenencia al todo y eso me da serenidad.

No hay exigencias, no expectativas, sin apegos, sin personalismos.

Sólo existencia sin atributos.

Me olvido del perfeccionismo, he aprendido que mi valor intrínseco es la existencia.

Valgo porque existo
.

Soy un ser humano imperfecto y la perfección del creador esta en haber hecho un ser humano falible a quien ama con defectos y virtudes.

Lo ama solo por el hecho de existir, ni mas ni menos.
 


Que la luz nos envuelva, que apreciemos la existencia, que valoremos el solo hecho de existir y que finalmente tomemos el cien por ciento de responsabilidad en nuestra vida y podamos VER.

Lo siento, por favor perdóname

Te amo

Gracias

Ana María

LPDY