Yo, tú, él. Nosotros: YO

 “En cada respiración ustedes repiten Soham «Yo soy Él», y no sólo ustedes, sino todo ser vivo en la creación.

Cuando observen su respiración y mediten en esa gran verdad, Yo soy Él, lentamente ambos se fundirán, y para siempre desaparecerá la dualidad”.SSSB

 

La dualidad ese estado de separación que nos confunde es la razón de muchos juicios errados.

Entender que todo sucede en nosotros y se refleja en nuestra realidad, nos provee de una visión clara.

 

Cuando entendamos y realicemos que nuestra presencia en este plano de existencia es para aprender a reconocer ESO y saber que somos una parte de ello, habremos cumplido la misión por la que encarnamos.

 

Hay una enseñanza en el libro “Un curso en milagros” que dice que cuando las antiguas escrituras se referían al “pecado original”, lo que hacían, es recordarnos que el error que todos cometemos es creer que hemos sido separados de la fuente.

 

Recuerda que la palabra “pecado” ha sido traducida y orientada erróneamente al sentimiento de culpa, la culpa nos lleva al miedo y allí nos quedamos esperando ser castigados, la verdadera traducción es “error” , los errores se corrigen y reparan.

 

De la misma forma, cuando traducimos la palabra hawaiana Ho´oponopono, decimos que significa corregir un error.

Entonces el error principal que debemos corregir es el de sentirnos separados.

Morrnah enseño que al compartir todos la misma existencia, cada cosa que corrijamos en nosotros también, será corregido en la humanidad.

 

La separación no existe y todos estamos viviendo solo la reacción reflejo y resonancia de lo que llevamos dentro.

 

Nuestras memorias vienen todas del pasado y al repetirlas vamos creando futuros potenciales que muchas veces no son favorables.

 

Cuando entregamos memorias, cuando corregimos en nosotros y como dice el Ho´oponopono, corregimos un error o enderezamos lo torcido, estamos creando en el presente posibles futuros favorables.

 

Es importante entender que no solo se trata de repetir una y otra vez “Te amo, gracias”, esperando que todo sea transmutado.

También será necesario acompañar ese “te amo , gracias”, con la voluntad de cambio y mejora.

Recuerda que todo comienza con el libre albedrio, esa facultad de nuestro intelecto-consciencia.Uhane- La Madre.

Si no hay esa elección de cambio, todo seguirá repitiéndose una y otra vez.

 

Primero es la voluntad, que acepta la memoria como propia, y luego viene la entrega con humildad para que esa memoria regrese a nosotros en forma de iluminación.

 

“Nada es afuera: Todo es adentro”, nada esta separado, YO SOY ESO

 

ESO es el TODO, la existencia que esta en todas partes y en cual estamos conectados y entrelazados, es más, estamos impregnados de la misma existencia.

 

Este pensamiento es inmenso, es intenso y parece difícil, pero comencemos a vivirlo paso a paso.

 

Comencemos por el ingrediente básico, la observación de nosotros mismos, y corrijamos en nosotros, no es necesario más.

 

Hoy reconozco que desde la antigüedad este mensaje estaba latente en algunos dichos y refranes:

“No veas la paja en el ojo ajeno, sino la viga en el propio”

“No le hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti”

 

Hay sabiduría en estos refranes si los vemos con la mirada del amor, no ver la paja en el ojo ajeno, ¿No sería un recordatorio de que el re-conocer es porque ya lo conocía, porque está en mí primero?¡¡

 

No hacer a otros aquello que no quisiéramos para nosotros es reconocer que no hay otro solo hay un YO manifestándose desde nosotros y hacia nosotros.

 

Un pequeño trabajo para comenzar que puede cambiar nuestra realidad, no ver la paja en el ojo ajeno, es decir no criticar. Y no hacer, ni decir nada que no nos gustaría que nos hicieran o dijeran de nosotros

 

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo Uno, Te entrego todas mis memorias de separación para que Tú, las transmutes en luz.

 Enséñame a ver la unidad en la diversidad.

 ¡Y así se ha hecho!
 

 Lo siento, por favor perdóname
 


 Te amo,  Gracias

 Ana Maria
 

 

Aloha  Ke Akua


“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


YO, YO y yo

“Cuando suman uno más uno, resultan dos; cuando uno se coloca junto a otro uno, se lee once…Pero la base sigue siendo el uno”

 Yo, yo y yo, ¡cuanto miedo le tenemos a esta repetición!, la palabra egoísmo va unida al YO, si embargo es posible cambiar el temor por amor, y considerarnos parte del   YO único, al cual tú y yo pertenecemos.

 En Ho´oponopono, aprendemos que nada es afuera, todo es adentro, por consiguiente todo sucede en mi y vuelve a mi.

 Tradicionalmente se nos ha enseñado que pensar primero en uno mismo es egoísmo, y que el egoísmo es negativo , sin embargo la realidad nos demuestra que no podemos dar de lo que no tenemos, y si primero no nos damos a nosotros mismos, ¿de donde sacaremos para darle a nuestros semejantes?

 Seria bueno replantearnos ciertos conceptos, como por ejemplo, la idea que hacemos cosas por los demás, lo que sea que hagamos, siempre lo hacemos por nosotros mismos.

 Si lo que hago es para satisfacer a mis hijos, mis padres o a un amigo, finalmente lo hago por que su felicidad, me da felicidad: ¿entonces, por quién lo hago realmente?

 No le temamos a la palabra EGO, el ego no es más que confundir el vehículo con el conductor, es decir identificarnos con el cuerpo, las memorias   y los sentidos, cuando en realidad somos el conductor del cuerpo.

 Nacemos egoístas, dependientes, demandantes y temerosos.

 Recién nacidos sólo obedecemos a los impulsos de nuestras memorias primitivas, memorias que traemos en el subconsciente o Niño Interior, y que en el transcurso de la vida, serán ellas las que edifiquen la realidad que viviremos. Es por eso la importancia de mantener una comunicación constructiva con nuestro Niño.

 Al hacerlo, tomamos el camino del crecimiento y de la reparación definitiva de las memorias equivocadas que crean una realidad de dolor.

 A veces dar el primer paso cuesta mucho, ya que nos aferramos a nuestro estado infantil y en esos casos, lo que prima es el egoísmo. Creemos ser, únicos, separados del resto, orgullosos leones, reyes de la selva.

 O lo que es peor, nos quedamos en el rol del “Rey Bebé”

 En cambio, para una persona emocionalmente saludable, la relación consigo misma será lo primero, esa relación crece y se fortalece, a la vez que aceptamos que nuestro verdadero valor es existir y que somos seres humanos perfectamente imperfectos, ese conocimiento, aporta humildad y aceptación y finalmente nos conduce a la unidad y a la paz.

 Al tomar la responsabilidad y dejar el sendero del egoísmo, todos los caminos nos llevarán a la COMPASIÓN.

 La compasión bien entendida , es la unidad con el otro, el sentir como propios la alegría y el dolor ajeno.

 Quizá, hemos confundido la compasión con conmiseración.

 La compasión es expansión , es unidad con todos, la conmiseración es contracción, es ego puro, es lamentar la desgracia del otro desde un pedestal y a distancia.

La compasión trae paz, la conmiseración culpa y temor.

 Muchas veces no sabemos como comenzar, y es necesario aprender, dado que, el impulso infantil es muy fuerte, pues nuestro niño interior reacciona, no razona.

 Entonces es momento de comenzar a comunicarnos con el y enseñarle cuales son las memorias que entregaremos a la Divinidad para que las transmute.

 Eso se hace con la observación de nosotros mismos, sin criticarnos, pero si, dispuestos a corregir nuestros errores y en un estado de entrega constante.

 Este párrafo de la primera carta de San Pablo a los Corintios nos habla de esa forma de amor:

… «El amor, es paciente, es servicial; El amor no es envidioso, no es jactancioso, no se engríe; es decoroso; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta… » El amor no dejará de existir».» (1 Co 13, 4-8).

 Podemos activar nuestras memorias positivas, hacerlas crecer, fortalecerlas.

 Todo esta en comenzar y hacerlo con paciencia, tolerancia, clemencia y constancia.

 Que tengamos paz más allá de todo entendimiento.

 Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo Uno. Te entrego mi pequeña mente, junto con mi pequeño ego, para que Tú, los transmutes en luz.

 Enséñame a expandirme, identificándome contigo, como tu mejor obra, y no con mis limitados cinco sentidos .

 ¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor  perdóname


 Te amo,
 Gracias


 Ana María

 Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”