¿ABEJA o MOSQUITO?

Los demás son parte de ti.  No necesitas preocuparte por ellos.
Preocúpate de ti mismo; eso es suficiente.
Cuando llegues a estar bien, ellos también estarán bien, pues no estarás más consciente de ellos como separados de ti…”  SAI BABA

La dualidad es la característica principal de estar viviendo esta realidad encarnados en un cuerpo fisco, aunque la razón de esta encarnación es llegar a comprender que nada está separado de nosotros.

La existencia es una sola y todos participamos de la misma existencia.

Llegar a ese conocimiento y aceptación, nos transmutará en seres realizados y con capacidades ilimitadas.

Hay tanto en esta realidad que desconocemos, son tantos los estudios que podríamos hacer…

 ¿Qué sabemos de las cinco envolturas de las que  habla el Libro de Enoch?

¿Qué sabemos del misterio de la vida?

¿Del estudio de los Vedas, los Sutras, El Corán o la Biblia?

Es mucho… ¡demasiado!

Se nos hace difícil pensar en toda esta sabiduría y como adquirirla.

Sin embargo, hay un camino fácil: El del amor y el servicio.

Como nos enseña el Ho´oponopono, todas las memorias están en nosotros y todo ese conocimiento es parte de esas memorias.

Hemos heredado de nuestros antepasados todo el conocimiento y lo llevamos dentro de nosotros.

Pero, ¿Cómo hacer que este conocimiento aflore?

Comencemos por parar de criticar, eso en sí es un acto de amor y un servicio.

Nos dice Sai Baba:

Criticar a los demás, buscar faltas en ellos, etc. – todo eso nace del egoísmo.
Busca en cambio tus propias faltas. Las faltas que ves en los demás no son más que reflejos de tus propios rasgos personales…”

Con esto, ya tenemos por donde comenzar. Entender que los “demás” no son más que un reflejo de nosotros mismos nos da una lección de humildad y también es un gran avance en el camino.

Juzgamos, criticamos y ¡lo divulgamos! Menudo favor nos hacemos…

Es mejor ser como la abeja que bebe el néctar de cada flor, y  no como el mosquito que bebe sangre y distribuye enfermedades a cambio.

 
Creo que ésta sola idea es suficiente, ¿Qué más puedo indagar sobre la crítica y el juzgar? ¿Ser como la abeja haciendo lo dulce o como el mosquito esparciendo enfermedad?

Tú y yo participamos de la misma existencia, estamos engañados al pensar que estamos separados.

 La crítica y el juzgar es un proceso que viene desde la ira, el miedo y la culpa. La diferencia entre el juzgar y el observar, es que cuando juzgo, califico, me separo, y cuando observo me doy la oportunidad de entrar dentro de mí misma y encontrar allí lo observado.

Espero que en nuestro camino lleguemos a la unidad y que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo UNO.  Te entrego todas mis memorias que me inducen a separarme de la totalidad para que Tú, las transmutes en Luz.

Enséñame a ver a cada ser como un reflejo y más aún, como parte de mí misma.

Lo siento, Perdóname

Gracias,

Te Amo

Y hecho está

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