Muerte, Reconciliación y Paz

Muerte,  Reconciliación y Paz… La muerte no es sino otra forma de vida. 

Desde pequeña  temí a la muerte, sobre todo a la muerte de mi abuela a quien adoraba. Fue mi abuela  Alejandrina, mi nexo con el amor verdadero y cada vez que pensaba que ella moriría algún día, me invadía el  temor.

 De esa experiencia, aprendí esta importante lección;  Mi abuela vivió hasta los 93 años , los últimos tres años estuvo atrapada en un cuerpecito, desgastado y con su mente confundida ,  cuando ella finalmente dejó su cuerpo, volví a sentir su presencia amorosa, la ilusión de que ella era ese cuerpo se había ido, y agradecí a a Dios esa liberación.

Hace poco cumplí 60 años y recordé que  en el año 1997  estando en Egipto, imbuida por toda la mística de ese país,  entré en una meditación muy profunda y allí se me dijo que yo viviría hasta los 61 años.  ¿Será verdad?

 Puede ser así, como no puede ser, a que vida se refería?, Vivimos mil vidas en una, vivimos como niños, el niño desaparece,  queda atrás y surge un adolescente,  el adolescente desaparece, queda atrás   y surge un adulto,   un hombre maduro,   un anciano…y cuando este cuerpo:  el vehículo ,  ya no puede seguir funcionando viene la libertad, dejamos atrás la pesada armadura  y somos libres.

Lo único verdadero es que estoy viva ahora,  hoy puedo decir que he muerto muchas veces y siempre  lo que vino después fue mejor, y fue mejor porque aprendí a reconciliarme con el pasado.
Me perdoné,  y perdoné. 

Finalmente  este trabajo  que hago ahora me ayuda a reparar el daño que me causé  a mí misma  y a otros.

¿qué más puedo desear?

Hoy abrazo  en mi interior a todos aquellos a quienes dañe y les pido perdón

Hoy perdono y agradezco en mi corazón a todos aquellos a quienes les tocó el duro papel de enseñarme y purificarme por el dolor, les agradezco ya que  por ello,  soy quien YO SOY.  

¡Me he reconciliado, estoy en paz!

Si tu tienes todavía ataduras, ¡suéltalas,  libérate!

Alguna vez escuche que  odiar o guardar resentimiento,  es como tomar veneno y esperar que el otro se muera; ¡que ilógico!

La reconciliación es interna, silenciosa, serena…
Reconciliarse no es necesariamente correr y abrazar a aquellos con quienes compartimos memorias equivocadas, muchas veces en los talleres hemos hablado de este tema.

Te doy un  ejemplo para aclarar esto: alguien entro a mi casa a robar y quedé muy afectada. Entonces acepto que tengo el cien por ciento de responsabilidad porque de alguna manera,  he re-creado esa memoria, entonces me perdono y perdono al ladrón: me reconcilio.

¿Voy a la policía para hacer la denuncia?

SI – Claro que si, pero sin odio en mi corazón, la reconciliación me liberó de la culpa y del odio, pero la justicia prevalece y queda a cargo. 
Y por supuesto tengo mas cuidado y tomo distancia, recuerdo que solo hay una persona en el mundo a la cual puedo cambiar y esa persona es a mí misma, si estoy pensando que he conseguido  cambiar al otro. 

¡ No entendí nada  aún!

Por mi parte quiero seguir muriendo una y mil veces, morir para la inquietud y la angustia, el re-sentimiento, la victimización, la carencia, el desamor.

!Quiero renacer mil veces a la vida, la  entrega y la PAZ!.

…”Si, en verdad, queréis contemplar el espíritu de la muerte, abrid de par en par vuestro corazón en el cuerpo de la vida. Porque la vida y la muerte son una, así como el río y el mar son uno también”…KG

Todos venimos a este mundo como actores que se acercan a un gran teatro a representar su papel en una obra gigantesca, el actor no puede retirarse de la escena hasta que no termina de representar su papel, pero una vez hecho esto,  se va a su camerino se cambia y regresa a su casa, nosotros somos actores de la gran obra de Dios y ninguno de nosotros podrá regresar a casa,  si antes no hemos terminado de ejecutar el papel que nos tocó representar. Tampoco tiene sentido quedarse, si nuestra participación terminó.

Nunca podremos saber cual era el propósito verdadero de una vida, a veces puede ser  tan sólo un momento vivido, o una frase o una sola obra que la justifique…

No hemos sido educados para despedir a nuestros muertos como triunfadores, representaron su papel con éxito y se retiran…

Divino Creador Padre Madre Hijo, hoy te entrego mi temor a la muerte, mi falta de reconciliación  y paz,  para que tu los transmutes en luz.
Dame la tranquilidad de aceptar que soy eterna que siempre he vivido y seguiré viviendo en Ti
!Y así se ha hecho!

Lo Siento,  por favor perdóname

Te amo

Gracias

Ana María

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