Y EL MAESTRO LLEGA…

“Cuando el alumno está preparado, el Maestro llega”

                                                                 Proverbio Oriental

Los  sabios orientales dicen esto: El Maestro llega cuando el alumno está listo, no es necesario buscarlo. Él te encontrara a ti…

A ti, ¿ya te encontró tu Maestro?

En el artículo anterior, te conté cómo había descubierto que todo se reduce a tener amor y aprobación. A esto lo podríamos llamar el “QUE”, pero ahora veremos el “COMO” hacerlo.

El Maestro siempre nos enseña esta parte, ¿Cómo hacerlo?

Trataré de transmitirte en este artículo lo que yo recibí de mis maestros.

Comenzando por  Giles, mi maestro de Latín que hace muchos años me dijo: “Los antiguos latinos enseñaron el QUE y los Griegos el COMO”.

Por ejemplo, los latinos llamaron a la tierra GEOS, los griegos enseñaron la Geografía. Los latinos enseñaron  que nuestra mente es la Psiquis, los griegos nos dieron la Psicología. Y así con casi todas las ciencias que utilizamos.

Pero para nuestra vida diaria, para encontrar paz, también necesitamos saber un “COMO”.

Porque el “QUE” seria que quiero tener Paz, pero… ¿Cómo la consigo?

Sabemos muchas cosas que son el “QUE” pero muy pocas de  “COMO”  llevarlas a cabo.

Para eso, como te dije anteriormente, necesitaremos un maestro o un guía espiritual, que puede ser desde un amigo, un niño, alguna persona que conversa con nosotros, hasta un libro que nos abre  al conocimiento.

El primer paso es reconocer que todos somos luz, y que compartimos la misma luz.

Ese pobre mendigo alcoholizado que ves el la calle, es pura luz al igual que tú o yo, pero… ¿Por qué no brilla?

Simplemente porque su luz está cubierta con muchos pañuelos negros de memorias negativas, pero la luz siempre está allí.

Esa persona que no te agrada es luz, el político que criticas es luz, a ese que consideras tu enemigo, es pura luz…

Desde allí comenzamos y el primer paso es NO JUZGAR, esa es la base del Ho´oponopono. Eso no quiere decir que no tengamos una opinión, todos la tenemos. Pero el juzgar es con rabia y la rabia es oscuridad, nunca te dejará ver la luz en tu hermano.

En Ho´oponopono decimos “Te Amo Gracias” para limpiar y no juzgar. Ese “TE AMO, GRACIAS” debe ser dicho sólo con la palabra, sin emoción.

¿Por qué no a la emoción?

Porque los seres humanos traemos las emociones como memorias genéticas duales. Esto quiere decir que a un extremo esta “Lo bueno” y al otro “Lo negativo”. Si quiero sentir el perdón, mi memoria dual utilizará el perdón y el rencor al mismo tiempo.

Pero si tan solo DIGO “Me Perdono” sin emoción, mi palabra atraerá la energía pura del perdón, que no está como una memoria,  sino más bien como una energía universal.

Lo mismo pasa cuando repito “Te amo, Gracias”. Mi palabra atrae la energía del amor y la gratitud universal, que no están contaminadas por la dualidad.

Entonces, comencemos por repetir una y otra vez “Te Amo,  Gracias” y nuestra visión cada vez será más clara. Podremos ver la luz en todos y todo y poco a poco nos integraremos conscientemente, con la existencia de cada ser.

Para este “entender”, es necesario el razonamiento. Eso lo hacemos  con nuestro intelecto, pero a la vez también es una decisión. Decidimos entrar en esta frecuencia de limpieza de memorias, y al limpiar, nuestra visión se clarifica.

Mi  amado Maestro Sai Baba dice: “Ve lo bueno, di lo bueno y haz lo bueno”. Al seguir con esta práctica ya tienes ganada la mitad del camino, porque cada día juzgarás menos.

Eso no quiere decir que no se te presenten retos en el camino.

Espero que con estos primeros pasos, lleguemos al “Como” tener paz, más allá de todo entendimiento.

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo UNO.  Te entrego todas mis memorias de juzgamiento para que Tú, las transmutes en Luz.

Enséñame a ver la luz inherente en cada ser.

Lo siento, Perdóname

Gracias,

Te Amo

Y hecho está

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