SOLO QUIERO QUE ME AMES Y ME APRUEBES

A finales de los años 80, específicamente en el año 1989, mi vida era un completo caos. Recibí las pruebas más grandes de mi vida. Aun ahora, después de haber perdido a mi esposo después de estar juntos por 45 años y de haber pasado por la enseñanza de una grave enfermedad, considero que lo que viví en ese año 89 ha sido lo más doloroso de mi vida.

Entonces me pregunté ¿Cómo es posible que Dios permita esto?, y me “aparte” de Dios, ( aunque la realidad es que nunca podemos apartarnos de Él , porque Él, está en nosotros) de mis padres y hermanos, sintiéndome totalmente victimizada y confundida.

Allí comencé a buscar respuestas con cursos y talleres. Fui a brujos, sacerdotes, aprendí a leer el tarot, hice Tai chi, Yoga, Chi Kun, meditación, etc. Y no tenía respuestas y nada me daba paz.

Un día alguien me habló de una maestra neurocirujana que venía de Venezuela, porque también daba clases sobre el cerebro emocional.

Me interesó y asistí a su seminario.

El primer día nos dio 4 hojas de papel y un sobre en blanco y nos dijo:

Escriban muy detalladamente todos los conflictos, resentimientos y dolor que sienten con determinadas personas, instituciones, etc.

Como te imaginarás, me explayé. Escribí todo el dolor, la decepción, el miedo y la rabia que sentía con todos los involucrados en mis emociones de ese momento.

Al terminar después de una hora, ella nos dijo:

Ahora doblen los papeles y póngalos en el sobre. Y en el sobre escriban:

“Todo lo que quiero,  es que me ames y me apruebes”.

A eso se reduce todo, es un pedido de amor y aprobación.

Sentí como mi castillo de odio y resentimiento se derrumbaba.

Cierto, todo se reducía a eso. A pesar que los involucrados habían cometido actos muy viles, en el fondo había una voz que me decía:

¿Por qué no te diste cuenta?

¿Por qué fuiste descuidada y crédula?

¿Por qué no recordaste tus experiencias anteriores?

Todos los cuestionamientos iban dirigidos primero a mí.

Y si aquellos quienes me habían dañado hubieran sentido amor por mí, lo más probable es que nada de eso hubiera pasado.

¿Cómo te sientes hoy tú?

¿Cuánto conflicto hay en tu vida? ¿Puedes aceptar que todo lo que quieres es que te amen y te aprueben?

¿Simple no?

Pero el primer amor y aprobación es hacia nosotros mismos. La palabra “ME PERDONO” repetidamente en nuestros labios, sin emoción, solo creando con la palabra, es un delicado bálsamo que ira dándonos claridad, nos llenará de amor y nos reconciliará con la vida.

Es importante que sepas que esto es para ti, para tu propia paz. Eso no quiere decir que aquellos que han delinquido, que han cometido actos punibles, no tengan que enfrentar a la justicia ya sea la legal o la de su propia causa y efecto.

Pero ya no tienes porqué sentir rabia, todo se ordena como debe ser.

Poner orden es necesario y  que comience en tu interior.

Así observa: si es con tu pareja con quien tienes conflicto, no crees que…

SOLO QUIERO QUE ME AMES Y ME APRUEBES

¿Abarca todo lo que necesitas?

Igual si es con un amigo, padres, hermanos, hijos, el jefe o el compañero de oficina.

Todo se reduce a un:

SOLO QUIERO QUE ME AMES Y ME APRUEBES

Piénsalo. Y si deseas tener paz, ponlo en práctica y que

Tengamos paz más allá de todo entendimiento.

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como sólo UNO. Te entrego todas mis memorias demandantes para que Tú, las transmutes en Luz.

Enséñame a reconocer que todo comienza y termina en mí y que si me perdono, no habrá más conflictos en mi vida.

Lo siento, Perdóname

Gracias,

Te Amo

Y hecho está

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