LIMON Y PAZ

Tus palabras te describen, y describen tu actitud hacia la vida,

cuando la crítica, el juzgamiento y el sarcasmo están en tu lenguaje

cotidiano, mejor hazte esta pregunta.

¿Qué hay de mal en mi que estoy generando estas palabras?

 

Toda palabra crea, y su creación es automática, si quieres

comprobarlo lee esto:

 

LIMÓN

 

¡Tu consciencia inmediatamente proyectó la imagen de un limón!

 

Y si te digo: PAZ

 

¿Acaso no se creó un pequeño espacio en blanco de paz en tu

mente?

 

Eso es porque en este momento te has detenido a observar que

puedes comprobar el poder de la palabra, imagina lo que sucede

con las palabras negativas que decimos una tras otra.

 

La crítica, el sarcasmo y el juzgamiento son el fruto de la

inconformidad interna.

 

A más amargura, más crítica.

En cambio a mayor dulzura, más amor y más unidad.

 

Nos separamos para juzgar, para mirar de afuera a la “gente”

 

¿Acaso la gente no somos tú y yo?

Los demás sólo existen cuando estoy separada, cuando me uno a

ti, sólo existe el nosotros.

 

Prefiero estar atenta a mis palabras, son la mejor medida de mi paz

interna. Cada crítica o sarcasmo es una voz de alerta.

 

Acá en el Perú estamos por comenzar una etapa electoral, y

podremos estar o no de acuerdo con quienes tienen una imagen

pública y viven de la política. Es un buen momento para

entrenarnos.

 

No los critiquemos por favor, no repitamos historias de cosas que

no nos constan, no nos hace ningún bien, y así nos consten, ¿qué

beneficio se consigue de repetirlo?

 

Sin contar que para reconocer cualquier defecto o cualidad, éstos

primero tienen que estar viviendo y activos en nuestras memorias.

 

Sí puedo expresar mi desacuerdo, y para eso no es necesario

criticar.

 

Yo no estoy de acuerdo con la violencia, y todas sus ramificaciones

y es por eso que trabajo en limpiar mis memorias de violencia una y

otra vez.

 

Pero si no estoy de acuerdo con la violencia y mi lenguaje es

violento, sería totalmente incongruente y las incongruencias

enferman.

 

Nuestro subconsciente o Niño Interior, es el eterno testigo de todo lo

que decimos y según nuestras palabras, ese subconsciente se

comportará, como Niño Interior estará ávido a servirnos y a

obedecer lo que decimos.

 

¿Entonces que indicaciones quesiéramos darle?

 

En el ejemplo de la no violencia, si digo que yo estoy en contra de

la violencia y empleo calificativos hirientes, qué puede hacer mi

Niño Interior? Sólo confundirse, y demostrar su confusión, con una

carencia, ya sea de salud o de cualquier otra índole.

 

Un bello ejemplo de congruencia es esta historia.

 

Un día se acerca a Mahatma Gandhi, una mujer y le pide que por

favor hable con su hijo para que deje de comer azúcar porque le

hace daño, Gandhi conversa con el joven pero no le dice nada,

entonces la madre vuelve donde él y le dice: “ Maestro por qué no le

dijo nada de lo que le pedí?”   Gandhi le contesta” porque para

decírselo, primero tengo Yo que dejar de comer azúcar”…

 

Para poder expresarnos con sencillez y dulzura es necesario un

aprendizaje que primero nos beneficiará a nosotros mismos y luego

se extenderá hacia todos quienes nos rodean.

 

Hoy en día pasa que una palabra dicha se multiplica miles de

veces por la resonancia de las redes sociales.

 

Entonces imagina un mensaje de paz! cuánto nos puede beneficiar!!

 

El Karma, en la ley de causa y efecto: se dice que los gobernantes

acumulan gran cantidad de karma negativa, porque son

responsables de todos sus gobernados, es por la resonancia.

 

Hoy en día tú y yo tenemos la misma oportunidad de resonar y

esa resonancia nos hará acumular ya sea karma negativa que

tendremos que purificar o karma positiva que irá al “Banco de la

Gracia” para ser utilizado en nuestro favor.

 

Así como la ley física que dice “cada acción genera una reacción

igual y de sentido contrario”.

 

Cada palabra dicha regresa a nosotros con toda su carga ya sea

positiva o negativa.

 

La palabra crea y es por eso que hoy te digo:

 

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo

Uno. Te entrego todas mis memorias que generan palabras

negativas para que Tú, las transmutes en luz.

 

Enséñame a crear paz con mi palabra y envuélveme de una

atmósfera de amor.

 ¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria

 


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


VIVIR SIN MIEDO

“Dejamos de temer aquello que se ha aprendido a entender”

                                                                                 Marie Curie

 

El miedo es una emoción primaria que nos acompaña desde que

nacemos y lo ideal sería terminar nuestras vidas sin su compañía.

 

Sin embargo el miedo en su aspecto positivo nos hace cautelosos,

nos pone límites, y nos ayuda a sobrevivir.

 

En su aspecto negativo, nos paraliza.

 

Los miedos pueden ser reales o imaginarios, son los miedos

imaginarios los que están con más frecuencia en nuestra vida.

 

Ellos son irracionales y podemos aprender a debatir con ellos.

 

¿Qué quiere decir esto?

 

Que en ese dialogo interno en donde nos hacemos preguntas como

“¿Y si… pasa esto o lo otro?…”

 

Basta examinar la pregunta para darnos cuenta que es algo

que no está sucediendo y que quizá jamás suceda, pero sin

embargo le tememos. Al darnos cuenta de esto mismo: ¡ya lo

estamos debatiendo!

 

De niños experimentamos gran variedad de miedos, a la oscuridad,

a los ruidos fuertes, a quedarnos solos, a los insectos, al colegio,

los profesores, y etc.

 

Algunos de estos miedos pasan, y otros, los transformamos en

miedos que nos condicionan sin que nos demos cuenta. Pero el

miedo que siempre estará presente es el miedo a la muerte.

 

Hay una lección que aprendí hace muchos años. Desde muy

pequeña fui muy apegada a mi abuela Alejandrina, y desde

pequeña, cada cierto tiempo me angustiaba pensando que ella

podría morirse, cuando era niña ese pensamiento me llevaba al

llanto. Ya más grande me angustiaba mucho, el tiempo pasó y

cuando mi abuela tuvo 90 años, enfermó, perdió la memoria y se

deterioró muy rápidamente, murió tres años después y cuando esto

sucedió, di gracias a Dios por haber liberado a mi abuela de un

cuerpo que la mantuvo prisionera esos tres últimos años.

 

Entonces comprendí que había pasado mucho tiempo temiendo por

algo, que cuando sucedió, lo sentí como una liberación necesaria.

 

Hay tantos y tantos tipos de miedos que nos paralizan y de los

cuales podríamos liberarnos sólo con darnos cuenta que están tan

sólo en nuestra mente.

 

¿Cómo trabajar los miedos con Ho´oponopono?

 

He escuchado a muchas personas tratando de explicarse de dónde

proviene tal o cual miedo, y la verdad es que eso no hace más que

fortalecerlo.

 

No podremos saber de dónde viene exactamente el miedo que nos

paraliza, pero sí podremos aceptarlo y entregarlo, tantas veces

como sea necesario.

 

Cada vez que entregamos una memoria, ésta regresa transmutada

en luz, esa luz no es otra cosa que iluminación, entendimiento,

comprensión.

 

Esa comprensión nos aclara y nos conecta con nuestro verdadero

Ser, de algo si estoy segura, que mientras más nos conectamos con

nuestro verdadero Ser, más cerca estamos de la Existencia

Universal, El Creador, Dios, el Poder Superior o como quieras sea el

nombre de tu entendimiento para lo Absoluto.

 

Cuando nos conectamos con Él, dejamos el miedo.

 

La limpieza constante de memorias nos mantiene cada vez más y

más lúcidos, nos damos cuenta de la verdadera naturaleza de las

cosas y como dice el encabezado de este artículo, dejamos de

temer a todo aquello que hemos podido entender.

 

Una característica del miedo es que tiene una vibración muy baja, y

atraemos las cosas por vibración.

 

Por ejemplo el miedo a la enfermedad, es más nocivo que la

enfermedad misma.

 

El doctor Edward Bach, el médico que descubrió los

famosos remedios florales, en su observación temprana del ser

humano, pudo notar que primero es el miedo y luego viene la

enfermedad.

 

Frente a la enfermedad de cualquier tipo hay que vibrar muy alto, y

esa vibración nos la da el amor.

 

Cuando estemos frente al sufrimiento, no lo alimentemos temiendo,

todo lo contrario, el amor y la gratitud serán el mejor antídoto, repetir

“Te amo, gracias” será siempre el gran transmutador.

 

Finalmente, el gran temor que tenemos a la muerte desaparece

cuando nos damos cuenta que somos seres eternos, transitando

por una experiencia material.

 

Tú y yo somos eternos, algún día dejaremos el cuerpo que estamos

utilizando como vehículo, pero la esencia de nosotros continuará.

 

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo

Uno. Te entrego todas mis memorias de miedo y desconfianza,

para que Tú, las transmutes en luz.

 

Enséñame a darme cuenta que soy un Ser de luz que vivirá

eternamente.

 ¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria

 


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


Aburrimiento

Según el diccionario, el aburrimiento es: Sensación de fastidio

provocado por la falta de diversión o de interés por algo.

 

Sin embargo es común escuchar a los niños decir “estoy aburrido” y

es más frecuente aún cuando están en compañía de dos o tres,

“estamos aburridos”, y uno se pregunta ¡¿cómo?!   estás con tus

amigos, hermanos o primos y están aburridos?

 

El aburrimiento tiene entre una de sus muchas causas la falta de

decisión, los niños tienen demasiada afluencia de ideas y no se

deciden por ninguna.

 

Como así también, podemos ver a algunos niños que se

entretienen jugando con un palito, o un papel o con una cajita vacía.

 

El aburrimiento es una facultad de los seres humanos, ya que en la

naturaleza nunca veremos a un animal aburrido, por ejemplo un

perro saludable, si no está activo, duerme.

Sólo los seres humanos nos aburrimos, y entender de dónde

proviene el aburrimiento nos puede servir para erradicarlo de

nuestras vidas.

 

Las fuentes de aburrimiento podrían ser la pereza, el egoísmo, el

control, el miedo al silencio… todos ellos son sólo vacío interno.

 

¿Qué hacer cuando no hay nada que hacer?

 

¿Podemos realmente estar sin nada que hacer? No, estamos

siempre en actividad, por lo menos el pensamiento no se detiene.

 

En ese momento limpiar sin detenernos es una buena opción; ”Te

amo, gracias, “punto cero”, “llave de luz” etc…

 

Puede ser que confundamos el aburrimiento con hastío, eso es

diferente el hastío es un estado límite de disgusto.

 

Tanto el aburrimiento como con el hastío se deben al vacío interno.

 

Ambos son estados infantiles fortalecidos por el egoísmo.

 

Sería bueno en este punto aclarar qué cosa es el ego, del que tanto

hablamos y escuchamos. (Y cuando decimos egoismo nos

referimos al apego, al ego).

 

El ego es cuando la persona o individuo se identifica con el cuerpo

y sus sentidos.

 

Es decir, si yo Ana Maria, creo que SOY mi cuerpo dotado de un

intelecto y cinco sentidos, sin darme cuenta que en realidad SOY el

conductor de este cuerpo. Mi existencia es eterna y el cuerpo y sus

sentidos son perecederos.

 

Lo VERDADERO prevalece, todo lo que es cambiante es tan sólo

una ilusión pasajera.

 

¿Cómo puedo estar aburrida, si estoy consciente de esta realidad?

 

Cuando no tengo nada que hacer, CONTEMPLO, y… ¿qué es

contemplar? es ponerme en contacto con mi YO SOY.

 

Yo estoy conectada con todo y con todos, y si bien en la vida diaria

mi atención está puesta en la vida material, cuando las actividades

se detienen, es un buen momento para conectarme conmigo

misma.

 

Para eso puedo cerrar los ojos, o ver el paisaje, o mirar al cielo.

 

El ser humano dejó de andar como un simio cundo levantó la

mirada al cielo y pudo ver la inmensidad que lo rodeaba.

 

Mientras estuvo mirando hacia abajo su andar fue salvaje, y

cuando levanta la vista se va enderezando hasta que llega a andar

erguido.

 

Repitamos el proceso una y otra vez. Nuestra mirada puesta en el

cielo, en la inmensidad del mar, en el movimiento de las olas, en la

perfección de un recién nacido o en la abundancia de la naturaleza,

estas observaciones, nos sacarán rápidamente de cualquier estado

del aburrimiento egoísta.

 

¿Te parece un buen método? ¿Podrías estar en silencio y tan sólo

contemplar?

 

NO hay que temer al silencio, muchas veces tratamos de llenar los

espacios con conversaciones inútiles, indagando sobre la vida

ajena, sin quedarnos a examinar la nuestra.

 

Recuerdo mucho las largas caminatas en la India, con alguna de

mis maestras, caminábamos al caer la tarde, rodeando las

montañas que circundan al ashram, en silencio absoluto,

recibiendo un conocimiento que sólo el silencio te puede otorgar.

 

En esas horas de silencio tuve maravillosos momentos de

iluminación, que me han ayudado para este trabajo que hago cada

día en el mejoramiento de mi misma y que me gusta compartir

contigo.

 

Si no tienes nada que hacer, simplemente contempla y siente el

fluir de tu existir, al instante estarás en paz!!

 

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo

Uno. Te entrego todas mis divagaciones y memorias de

confusión y pereza para que Tú, las transmutes en luz.

 

Enséñame a llenar todo espacio en mi mente y mi corazón con

Tu presencia.

 ¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria

 


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


Cuando se deja en control…

«No hay necesidad de salir de la habitación. Basta con sentarse

a la mesa y escuchar. Ni siquiera es necesario escuchar, sólo

esperar. Ni siquiera hay que esperar, sólo aprender a estar en

silencio, quieto y solitario. El mundo se te ofrecerá libremente

para ser descubierto. Él no tiene otra alternativa; caerá en

éxtasis a tus pies.»                                     Franz Kafka

 

Estar en silencio interno y externo es dejar el contol, es no tratar de

influenciar en nada, es simplemente aceptar.

 

Durante gran parte de mi vida traté de controlar mi destino; para ese

fin todo podía servirme, la astrología, la cartomancia, los adivinos,

los rituales para adquirir poderes y nada de eso me dio paz.

 

Yo quería saber, quería estar advertida para poder actuar.

 

Lo que yo no sabía es que el control es miedo, es lo contrario al

amor y la confianza.

 

Cuando el niño duerme en los brazos de su madre no teme, está

entregado y feliz.

Así también podemos relajarnos en los brazos de Dios cuando el

miedo se haya ido.

 

“Cuando el miedo se va, el amor simplemente sucede”

                                                                               Frase Huna

 

Dejar el control es confiar, es permitirnos ir de pasajeros y ya no de

conductor, así podremos admirar el paisaje con tranquilidad.

 

Muchas veces el paisaje es árido, otras peligroso y escarpado pero,

otras muchas veces se nos muestra en todo su esplendor. Igual el

camino será seguro siempre que nos dejemos conducir sin

resistirnos.

 

Muchas veces en los talleres repito, “Entender el Ho´oponopono es

dejar el control, en Ho´oponopono no se pide sino que se entrega”.

 

¿Te das cuenta que, cuando pedimos algo específico estamos

tratando de dirigir la voluntad de aquel a quien le pedimos para que

haga lo que nosotros queremos?

 

En cambio cuando entregamos, dejamos que sea la voluntad del otro

la que decida.

 

A Dios le entrego mis necesidades y Él sabrá cómo y cuándo

abastecerlas, pero lo cierto es que siempre hará lo que es mejor

para mi.

 

Mi intelecto está lleno de limitaciones, sólo puedo pedir lo que

conozco y mi conocimiento intelectual es efímero, en cambio la

Mente Universal es ilimitada y lo que para mí sería la única

solución a un problema, el universo tiene millones de soluciones

para el mismo problema.

 

He aprendido a dejarme llevar, he vuelto a ser la niña en brazos de

su madre. Es una cálida sensación que quisiera compartir contigo.

 

La idea de estar cobijados en brazos de la madre universal nos da

tranquilidad.

 

En mi caso ha habido muchas veces que me he molestado y

aparentemente apartado de esa madre, pero cada vez que he

hecho eso me he sentido tan desolada que he regresado

rápidamente a cobijarme en Sus brazos.

 

No me interesa ser hacedora, prefiero ser instrumento, aunque a

veces me toque ser yunque y no martillo!!

 

Con la aceptación comienza el proceso, ya que sólo puedo entregar

aquello que he aceptado como una creación atraida a mi realidad

por la repetición de mis propias memorias.

 

Cuando finalmente he aceptado esto, recién podré entregar todo

aquello que he creado en mi realidad y que me trae dolor y

sufrimiento, para que la Divinidad lo transmute en luz.

 

Me hace mucho bien recordar que todo lo que está en mi realidad

no es más que reacción, reflejo y resonancia de mis propias

memorias.

 

He aprendido con el Ho´oponpono que con un simple “Te amo,

Gracias” hago la entrega y toda entrega es siempre recibida y

depende de la voluntad divina su transmutación.

 

Dejo el control, mi vida está conducida por una sola voluntad.

La voluntad de Dios.

 

En Sánscrito a la voluntad de Dios se le dice “Sankalpa”, y créeme, no

hay poder humano, que pueda detener ese Sankalpa cuando ha

sido emitido.

 

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo

Uno. Te entrego todas mis memorias de temor y control para

que Tú, las transmutes en Luz.

 

Enséñame a tener fe y confianza y dejarme llevar, guiar por Tu

Luz.

 

¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria

 


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


SER DIFERENTE

 

“Las chispas que emanan del fuego no son diferentes de él ni

idénticas a él. Así también, el individuo, no es diferente de Dios

ni idéntico a Él…

(…)El individuo y Dios se vuelven idénticos sólo cuando se

alcanza la liberación. Hasta que alcanza el mar, el río

permanece como río, con diferente nombre y distinta forma.

Así también, el individuo, cuando se envuelve en la cubierta

física, los sentidos, la mente y los instrumentos de la

consciencia, no se funde en Dios, permanece separado”.

                                                                                               Sai Baba  

 

Es cierto que tú y yo somos chispas divinas, gotas de Dios, pero

también es cierto que hasta que no lo realicemos verdaderamente,

hasta que no vivamos coherentes a esa verdad, tendremos la

sensación de estar separados, y en ese estado es que buscaremos

la forma de llegar a la Unidad.

 

Para llegar a este estado de Unidad, será necesario dejar muchas

de las formas y costumbres comunes en la sociedad.

 

Siempre hemos escuchado hablar de la presión social, y muchas

veces nos comportamos al ritmo del “qué dirán?”, o repetimos el

“¿qué tiene de malo, si todos lo hacen?”, cuántas veces nuestra

conducta está condicionada a estar con la mayoría , aunque esa

mayoría sea totalmente impersonal, ya que muchas veces las

masas se mueven por el miedo y cuando somos movidos por el

miedo, cada persona sólo piensa en defenderse a sí misma y para

nada en ayudar a otros.

¿Nos atreveremos a ser diferentes?

 

Ser diferente es ser coherente, que mi pensamiento, mi palabra y mi

acción vayan en la misma dirección.

 

Es cierto que todos somos emanaciones divinas, pero como dice el

encabezado, hasta que el río no llegue a ser uno con el mar,

seguirá siendo tan sólo un río.

 

Nosotros, mientras nuestra consciencia individual no se una a la

consciencia universal, seguiremos siendo “individuos”.

 

El primer paso para poder unirnos a esa consciencia universal es

atrevernos a ser diferentes. Dejar de seguir a las masas, dejar de

ser esclavos de la moda, del qué dirán, dejar de tener miedo a los

que también están asustados, enfrentarnos cara con nosotros

mismos y aceptarnos, toda transformación comienza con la

aceptación.

 

Cuando era muy joven un día leí un artículo del escritor peruano

Julio Ramón Ribeyro, en donde relataba que estando en una de las

entradas al metro de París, había observado que todas las

chicas se vestían igual, y su comentario era que estas chicas en su

afán por seguir la moda y hacerse notar por ello, conseguían todo

lo contrario, se transformaban en un ejército de uniformados!

 

Si el mundo va en una carrera loca de buscar lo sensual, de

alimentar los sentidos que son insaciables, tú y yo podemos

detenernos y avanzar en otro sentido, buscando la unión con el

espíritu, que es lo único que nos da verdadera saciedad.

 

¿Tienes miedo a ser diferente, que los demás digan de ti que eres

raro o rara? ¿Tienes amistades que realmente no te agradan?,

¿Haces cosas con la que no estás de acuerdo? ¿Invitas a quienes

deseas demostrarles lo que tienes?

 

O te relajas siendo auténticamente tú, con un grupo limitado de

amigos o familiares que hacen lo mismo, fluyen con sinceridad y en

paz.

 

El noventa y cinco por ciento de la sociedad transita por el sendero del

miedo, le temen al silencio, a dejar de pensar, dejar de hablar, dejar

de llenar su intelecto con información y más información.

 

Podemos tener una inteligencia racional privilegiada, pero si no

tenemos inteligencia emocional, no podremos abrir el sendero que

nos conduzca hacia una vida en armonía física y espiritual, es decir

una vida en paz.

 

Para ti y para mi será bueno pertenecer al cinco por ciento que ha

trascendido el miedo y vive en paz.

 

No le temas a ser diferente, como dice la enseñanza Huna, que es

la Madre del Ho´oponopono, si lo que estás haciendo te da paz:

¡Quédate allí!

 

Pero si por el contrario lo que haces o con quien andas te alejan de

sentirte en paz ¿Qué haces allí?

 

Ten el valor de ser diferente en el buen sentido de la palabra, es

decir no ser una persona estrafalaria que por miedo trata de llamar

la atención, sino todo lo contrario, una persona de perfil bajo,

constante , armónica, sin aspavientos, ni escándalos, simplemente

una persona en paz.

 

Nadie te obliga a seguir la corriente del mundo sensorial, pero tú

si puedes por decisión propia seguir tu propia corriente interna y

moverte en coherencia con tu Ser, y cuando menos pienses la gota

se convertirá en el río y el río irá directamente al mar en donde la

Unidad prevalece.

 

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo

Uno. Te entrego todas mis memorias de miedo y separación

para que Tú, las transmutes en luz.

 

Enséñame a dirigirme hacia Ti, que todos mis ríos busquen tu

Mar.

 

¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria

 
Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


El ABUSO Y SUS MIL ROSTROS

En el Diccionario podemos encontrar que Abuso es: Uso o

aprovechamiento excesivo o indebido de algo o de alguien, en

perjuicio propio o ajeno.

 

Cuando en Ho´oponopono decimos que somos ciento por ciento

responsables de todo lo que está en nuestra realidad, puede ser

que lo aceptemos bien en un principio, pero luego cuando se trata

de situaciones de dolor o vergüenza nos preguntamos:

¿cómo puedo ser responsable de algo tan desagradable?

 

La explicación es simple, somos responsables de todo lo que

podemos re-conocer, es decir que son nuestras memorias activas

las que nos permiten re-conocerlo.

 

Uno de los hechos más dolorosos es el abuso infantil. Y la pregunta

siempre es: ¿soy responsable de eso?

 

Cuando yo he mencionado abuso, tu has creado un cuadro en tu

mente según lo que “abuso infantil” signifique para ti.

 

¿Cómo lo hiciste?, combinando las memorias de agresión, de dolor,

de miedo y sabe Dios cuántas otras memorias que combinadas nos

permiten hacernos una imagen mental de lo que abuso infantil

significa.

Entonces te pregunto ¿no estaban todas esas memorias en ti?, es

por esa razón que aceptamos ser RESPONSABLES, porque

solamente está en nuestra realidad aquello que podemos re-

conocer.

 

Lo que sucede es que culturalmente no hacemos la diferenciación

entre responsabilidad y culpa, que son dos cosas totalmente

diferentes.

 

Bueno, hoy estoy escribiendo sobre este tema porque me interesa

entender e identificar cómo puedo hacer para limpiar de mi vida

todo lo relacionado con el abuso.

 

En mi práctica como terapeuta y orientadora, las memorias que se

me muestran son generalmente para ser limpiadas y últimamente el

abuso en todas sus formas ha sido la constante.

 

En la descripción dice que abuso es “uso o aprovechamiento

excesivo o indebido de algo o de alguien”.

 

Eso quiere decir que podemos abusar de cualquier cosa, por eso es

que el abuso tiene mil rostros.

 

No nos damos cuenta que podemos estar abusando de nuestros

hijos cuando los ponemos en medio de un pleito de pareja, o

cuando los utilizamos como excusa para nuestra pereza o falta de

cumplimiento.

 

Abusamos de la confianza, abusamos de la autoridad, abusamos

del gasto, la comida, el ejercicio, el trabajo, abusamos de nosotros

mismos, de nuestra sexualidad, del alcohol, de las pastillas, de la

pereza, etc…

 

Todo aquello que sea excesivo e indebido es abuso.

 

Entonces cuando nos resistimos a aceptar que somos ciento por

ciento responsables de reconocer todas las formas negativas y

desagradables de abuso, a niños, ancianos, hombres, mujeres,

animales, el medio ambiente y la naturaleza; es porque no nos

estamos viendo a nosotros mismos.

 

Si lo puedo ver: es que lo tengo.

 

El primer paso para limpiar es dejar de juzgar y criticar. Tener una

opinión es válido, rechazar las conductas equivocadas también es

válido, lo que no es saludable es subirnos a un pedestal y desde allí

con el dedo acusador señalar lo que supuestamente es

responsabilidad de otro.

 

¿Cuál sería mi aporte para detener el abuso en mi realidad?

 

Comenzaré por dejar de abusar de mi misma, con pensamientos

destructivos, agresivos, con excesos en todas sus formas, rigidez,

tristeza, rabia y frustración.

 

La serenidad es lo natural, todo aquello que nos saca del estado de

serenidad es porque detrás se está generando un abuso.

 

Nuestros sentidos son dados a los abusos, si no los educamos y

orientamos, ¡viene el descalabro!

 

Los sentidos nos llevan al apego excesivo, y el apego excesivo nos

lleva a depender de las personas, objetos, situaciones y emociones,

etc.

 

Algo que no es común observar es que viviendo como lo hacemos

en un mundo dual, en donde los extremos son “lo demasiado”, y

podemos movernos de extremo a extremo y eso nos quita la paz,

así tenemos que: el abusivo en un aspecto y situación en su vida

puede transformarse en un sumiso en otra, el tímido en osado, el

agresivo en temeroso, el rígido en complaciente, etc…

 

La serenidad es el equilibrio, el punto medio.

 

Busquemos el equilibrio y así será posible que tengamos paz, más

allá de todo entendimiento.

 

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo

Uno. Te entrego todas mis memorias de excesos para que Tú,

las transmutes en luz.

 

Enséñame a servir sin servilismo, a amar sin apego, a opinar

sin rabia, a ser firme con amor.

 

¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”
 


 

 

¡CRISIS!

El Señor es mi pastor, nada me falta.

En prados de hierba fresca me hace reposar, me conduce

junto a fuentes tranquilas y repara mis fuerzas.

Me guía por el camino justo, haciendo honor a su Nombre.

Aunque pase por un valle tenebroso, ningún mal temeré,

porque Tú estás conmigo.

Tu vara y tu cayado me dan seguridad.

Me preparas un banquete en frente de mis enemigos,

perfumas con ungüento mi cabeza y mi copa rebosa.

Tu amor y tu bondad me acompañan todos los días de mi

vida; y habitaré en la casa del Señor por años sin término.

          

Salmo 23 (Es también una herramienta de Ho´oponopono)

 

¿Quién no ha pasado por momentos en donde todo parece

coordinarse para empeorar?

 

En esos momentos la tendencia aprendida o adquirida como

ejemplo desde la niñez, es entrar en la desesperación, y la

desesperación acompañada con un sentimiento de “pobrecita yo”.

 

Luego de la victimización y el desconsuelo continuamos con la rabia

y la venganza, si no es hacia alguna persona, es hacia una

institución o finalmente hacia la vida o hacia Dios.

 

“Seré realmente mala, para que vean lo que es bueno”, “Nunca más

podrán contar conmigo”. “No volveré a orar nunca más en mi vida”,

“Si me mato todos se sentirán culpables y yo me habré vengado de

ellos”…

 

¡Tontos pensamientos!, que no nos llevan más allá de un poco más

de desesperación y mucho de ridículo.

 

Si pudiéramos filmarnos en nuestros momentos de victimización y

luego ver esa filmación, sentiríamos un poco de vergüenza porque

las actitudes son ¡realmente infantiles!

 

¿Bueno, pero qué hacer en momentos de crisis?

 

¿Pre-ocuparnos?, no ayuda porque es inacción física con exceso

de actividad mental: no soluciona nada.

 

¿Ocuparnos?, en algunos casos puede ayudar, es una ayuda hasta

cierto punto limitada, podría ser el servicio que se le da al

incapacitado o el consejo y orientación a quien no sabe qué hacer.

 

Pero lo que realmente funciona es volver los ojos a nuestro eterno

acompañante, a aquel que nunca nos ha dejado y que no pone

ninguna condición para amarnos…

 

Pero que respeta siempre, nuestro libre albedrío.

 

Si lo llamamos responde, si lo buscamos siempre estará para

nosotros y si dejamos todo en sus manos Él nos conducirá por

caminos insospechados.

 

¡DIOS!

 

Si tú no crees en Dios, es decisión tuya, Él la respetará, si dices

creer en Él, pero no Lo buscas es como tener un tesoro bajo tu

cama y vivir como un mendigo.

 

Pero si has aprendido a mantenerte en contacto con Él, si puedes

confiar y soltar todo en Sus manos, lo habrás ganado todo.

 

También puede ser que no creas, no confíes pero que decidas

hacer la prueba, ¿puede ser que lo que te estoy diciendo es verdad?

 

¿Qué puedes perder?, permítele intervenir…¿?

 

En cada taller repito que Ho´oponopono es dejar el control.

 

Ho´oponopono es entregar.

 

¿A quién o qué entrego?

 

Le entrego todo al poder superior que mantiene al universo

funcionando, no importa qué nombre yo le dé.

 

¿Y qué le entrego?

 

Le entrego el timón de la nave de mi vida. Y eso, no me garantiza

que no pasaré por tempestades , pero sí me garantiza que ese

poder que puede mantener al sol y la luna en su lugar, podrá

también sortear una simple tempestad.

 

Solo tendré que sujetarme en mi asiento y dejarme conducir, puedo

cerrar mis ojos, apretar los puños y confiar, no trataré de tomar el

timón, porque estaría poniéndome en manos inexpertas.

 

Repetiré verbal o mentalmente YO CREO, YO CREO, YO CREO.

 

Ante lo inevitable, lo complicado, lo desolador: YO CREO

 

Estas dos palabras van generando un engrosamiento, de nuestras

redes neuronales y tarde o temprano seremos bendecidos con una

fe verdadera.

 

La fe no es algo que se aprenda, o que se adquiera en algún curso,

la fe es una Gracia que se nos concede.

 

Cuándo, dónde o cómo llega?, no depende de nosotros, pero

mientras tanto, podemos conducirnos “como si”.

 

Es decir como si tuvieramos fe, y repetir “YO CREO” y dejar que las

cosas sucedan, y un día cuando menos lo esperemos habremos

recibido la Gracia y la fe se habrá instalado en nuestros corazones

y nuestra estrecha comunión con nuestra verdadera esencia será

total.

Quizá estemos pasando por un un huracán en nuestras vidas, pero

podemos repetir. YO CREO, y tarde o temprano la tempestad

pasará y saldremos fortalecidos y avanzando un paso más… La fe se

nos concederá.

 

Que tengamos paz, más allá de todo entendimiento.

 

 

Divino Creador, Padre, Madre, Hijo, los tres unidos como solo

Uno. Te entrego el timón de la nave de mi vida para que me

conduzcas a través de ellas y transmutes todas mis tormentas

en paz.

 

Enséñame a creer, confiar y soltar.

 ¡Y así se ha hecho!

 Lo siento, por favor perdóname

 Te amo, Gracias

 Ana Maria

 


Aloha  Ke Akua



“Dios está dentro”, “Dios es Amor” “Dios Es YO SOY”